Los números indican que la universidad pública es una institución que claramente impulsa la movilidad social a través de la formación en los estudios superiores. Y que la Universidad Nacional de La Pampa (UNLPam) es un ejemplo, donde los relatos de Javier Milei de que las universidades son “para ricos” terminan estrellándose.
Las estadísticas de la UNLPam indican que en 2023 había 13.768 estudiantes de pregrado y grado y que el 35,7% (4.915) además de estudiar, trabajaban.
No solamente eso: la UNLPam también permite que lleguen estudiantes de no solo de otras provincias sino sobre todo del interior de La Pampa. El 33% son oriundos de pueblos del interior (fuera de Santa Rosa y General Pico donde la casa de estudios tiene sedes). En tanto, el 16% son de otras provincias que llegan desde lugares tan lejanos como Tierra del Fuego o Misiones.
Pero además se caen otros argumentos, como la cantidad de cargos por estudiantes como se quiso instalar desde Nación. En la UNLPam hay 425 no docentes en Rectorado y las siete facultades, un promedio de un empleado por cada 33 estudiantes. Muy lejos de los números que, erróneamente, quiso instalar el presidente Milei con un solo ejemplo no comparable entre casas de estudios superiores.