En medio de las protestas universitarias que se extienden en todo el país, el Gobierno avanzará en los próximos días con su plan para auditar a las universidades públicas, con el objetivo de controlar el uso de las partidas que reciben del Estado.
Por lo pronto, la Universidad Nacional de La Pampa (UNLPam) ya venía siendo auditada por la Auditoría General de la Nación, más auditorías internas. Ahora el Gobierno definió que las haga, directamente, la Sindicatura General de la Nación (Sigen).
Oscar Alpa, rector de la UNLPam, dijo que ya el año pasado habían firmado un convenio con la Sigen. “Nosotros queremos darle transparencia a los números y, en ese marco, ya habíamos firmado un convenio el año pasado para que la Sigen nos audite. Porque cuando más transparencia haya, mejor”, manifestó. “Por eso que auditen, no hay problema. Para nada nos oponemos. Queremos que lo hagan”, insistió. “Somos las instituciones más auditadas y controladas del país, porque el 90 por ciento de los gastos son salarios. Y el 10 por ciento restante son para gastos de funcionamiento, como el pago de servicios”, explicó.
El plan de auditorías llega en un momento de máxima tensión entre el gobierno de Milei y las autoridades de las universidades. Tanto los rectores del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), como el Frente Sindical de docentes universitarios y el movimiento estudiantil, aglutinado en la Federación Universitaria Argentina (FUA) y los centros de estudiantes, exigen un incremento de las partidas presupuestarias ajustado, a la inflación acumulada desde diciembre de 2023. Con la asignación de los recursos que destinó Milei a la educación superior, el personal docente y no docente perdió un 30% de poder adquisitivo.