El Banco Central decidió interrumpir los únicos contratos vigentes para la impresión de billetes que mantenía con la Casa de Moneda. Las entregas pendientes de papeles de 1.000 y 2.000 pesos, demoradas por las dificultades de producción de la imprenta estatal, no serán llevadas a cabo por decisión del BCRA. De hecho, esos billetes de denominaciones bajas ya no serán impresos por la sencilla razón de que ya no son necesarios, confirmaron a Infobae fuentes oficiales.
En virtud de los atrasos de Casa de Moneda y del efecto de la inflación, el Central espera recibir los nuevos billetes de $20.000 y seguir produciendo más de $10.000 para cubrir las necesidades de efectivo.
Con esta decisión, Casa de Moneda quedó más cerca de la inactividad total y se acerca su cierre, anunciado oficialmente por el gobierno semanas atrás.
En un comunicado interno, la dirección del organismo informó al personal la finalización de la producción de billetes y la decisión de que el personal que no tenga actividad para hacer se tome vacaciones. “Se procederá a detener a partir de hoy a las 22.00 hs. todos los procesos productivos referentes a la fabricación de billetes. Por tal motivo, a todo el personal afectado exclusivamente a dicha actividad productiva, se le dará curso a la utilización de períodos vacacionales que tengan disponibles”, puntualizó el mensaje a los empleados de Casa de Moneda. Hasta ahora, aseguran en el organismo, no hubo despidos ni suspensiones pero hoy aparecieron estas vacaciones obligatorias.