Nayelly Luján García Servín, de 15 años, se encuentra desaparecida desde el pasado miércoles 23 de octubre. Fue vista por última vez en la localidad santacruceña de Pico Truncado. Ese día, su madre la dejó a las 19.30 horas en el instituto de inglés y volvió a buscarla horas después, pero le dijeron que nunca había entrado. Las cámaras de seguridad revelaron que se subió a la camioneta Ford Ecosport de su padrastro, Juan Ignacio Esteban Apaza, de 32 años y se retiraron del lugar con rumbo desconocido.
La desaparición conmueve a toda Santa Cruz. La Justicia ha emitido un pedido de captura a través de Interpol para el hombre. Hay indicios para acusarlo de corrupción de menores, un delito gravísimo. Todas las fuerzas policiales del país han sido notificadas de la búsqueda de la joven y de la orden de detención que pesa en contra de Apaza.
La principal hipótesis que manejan los investigadores es que la menor y el padrastro ya han dejado Santa Cruz hace varios días.
Según pudo conocer La Opinión Austral, cámaras de seguridad captaron el vehículo en el que se trasladaban en un puesto de control en La Pampa. Por este motivo, se presume que no solo han abandonado la provincia, sino que están fuera de la Patagonia.
Una arista más que importante para entender el por qué no son encontrados es que no usan telefonía celular. Esto imposibilita que sean rastreados y así evitan mostrar su locación a las autoridades, que están trabajando intensamente en ese sentido.
Además, Apaza, es un “entendido” de la tecnología y está evitando cometer ciertos errores que cualquier otro prófugo cometería en una situación como esta, con una orden de captura internacional.