Pasada la primera jornada de la Cumbre del G-20 de Río de Janeiro, el Gobierno celebró que, por primera vez desde que Argentina es parte del grupo, firmó la declaración de presidentes en disidencia parcial de “todo el contenido vinculado a la Agenda 2030”. En particular, se opuso a los puntos vinculados a la igualdad de género y a la restricción en el avance de las redes sociales.
“Si queremos luchar contra el hambre y erradicar la pobreza, la solución está en correr al Estado del medio”, resaltó.
A través de un comunicado, la administración del libertario argumentó que estos organismos y foros internacionales se crearon para “cooperar de forma voluntaria, en calidad de iguales y autónomas, para, entre otras cosas, salvaguardar los derechos básicos de las personas”. Sin embargo, advirtió que “desde hace tiempo que está en falta con su propósito original”.
“Es por ello que, sin obstaculizar la declaración de los demás líderes, el Presidente Javier Milei ha dejado en claro en su participación del G-20 que no acompaña varios puntos de la declaración, entre ellos; la promoción de la limitación de la libertad de expresión en redes sociales, el esquema de imposición y vulneración de la soberanía de las instituciones de gobernanza global, el trato desigual ante la ley y especialmente, la noción de que una mayor intervención estatal es la forma de luchar contra el hambre”, agregó.
“Cada vez que se intentó combatir el hambre y la pobreza con medidas que incrementaban la presencia del Estado en la economía, el resultado fue el éxodo tanto de la población como del capital, además de millones de muertes de vidas humanas”, dijo.
En ese sentido, analizaron que el camino a seguir para luchar contra estas problemáticas es “desregular la actividad económica para facilitar el comercio” del mundo. “El capitalismo de libre mercado ya sacó de la pobreza extrema al 90% de la población global y duplicó la expectativa de vida”, destacó.