Un empleado judicial que hurtó dinero del Centro Judicial de Santa Rosa fue condenado, a partir de un acuerdo de juicio abreviado, a dos años de prisión en suspenso -es decir, no irá a prisión si cumple una serie de reglas de conducta-. También fue condenado a la inhabilitación especial perpetua para ejercer cargos públicos y a la devolución total del dinero sustraído: 1.219.090 pesos y 1900 dólares, pudo saber Diario Textual.
La lectura de la sentencia hizo en las últimas horas en el Centro Judicial. El juicio abreviado fue convenido entre el fiscal Máximo Paulucci y el defensor particular de imputado, Rodrigo Villa. La jueza Marisol Emilia Rodríguez aceptó el acuerdo.
El condenado es Leonardo Alexis Isequilla, quien desde hace años es empleado de la Fiscalía de Delitos contra la Propiedad en Santa Rosa y tiene legajos asignados. Fue condenado por hurto, defraudación especial o delito contra la administración pública.
El ahora condenado tomó paquetes que debían ser devueltos a sus dueños, pero no lo hizo: se los llevó a su casa y se quedó con el dinero.
Todo se descubrió cuando uno de los dueños de los paquetes fue a retirar el dinero, pero le comentaron que no lo encontraban. Denunció el faltante y así el Ministerio Público Fiscal inició una causa de oficio.
Con las cámaras de seguridad, más otras medidas, dieron con el empleado judicial que había tomado los paquetes. En un allanamiento en su casa, hallaron parte del dinero e incluso el paquete.
Ahora, para evitar un juicio oral y público, la fiscalía y el defensor de Isequilla, Rodrigo Villa, acordaron una pena de prisión en suspenso y la devolución total del dinero.
La Fiscalía va a crear una cuenta en pesos y otra en dólares para que el exempleado judicial pueda ir haciendo la devolución. Tiene un plazo de 180 días.
Con las pruebas reunidas en el legajo penal, quedó acreditado que el imputado solicitó, “en su carácter de empleado de la fiscalía de delitos contra la propiedad, y en al menos dos oportunidades en días y horario hábiles, al personal de mesa de entradas, dos paquetes secuestrados sin la debida autorización del fiscal a cargo de los legajos; los cuales contenían dinero en efectivo, y además dejar asentado en el libro la entrega del dinero a personas distintas a las vinculadas con el legajo, no efectivizándose dicha entrega y valiéndose para ello de la supuesta autorización de los fiscales del caso”.
Además se constató que tenía en su poder, “lo que implicó haber sustraído con la misma maniobra mencionada anteriormente, objetos secuestrados en otro paquete, que fueron encontrados durante el allanamiento realizado en su domicilio”. Allí se hallaron una billetera, una riñonera y moneda chilena pertenecientes a una mujer, elementos que “deberían estar en la caja del Ministerio Público, que se encuentra en la oficina contigua a la mesa de entradas”.
Asimismo durante ese allanamiento surgió “el hallazgo de diferentes paquetes pertenecientes al Ministerio Público Fiscal, los cuales fueron sustraídos por Isequilla, mutilando el proceso judicial en los cuales fueron secuestrados, rompiendo la cadena de custodia y haciendo desaparecer indicios relacionados a distintos ilícitos, los cuales se encuentran pendientes de identificación en su totalidad”.
Finalmente, la jueza indicó que “se entiende y se considera que en todos los casos (Isequilla) se valió de la misma maniobra para hacerse de los elementos y sustraerlos, lo que implicó haber violado las obligaciones a su cargo como empleado del Ministerio Publico Fiscal, mutilando, destruyendo, toda o parte de pruebas vinculadas a legajos de investigación y la sustracción de todo o parte de los elementos vinculados a los paquetes sustraídos”.
En el ámbito penal el proceso contra Isequilla concluyó con la condena firme; quedando pendiente el sumario administrativo radicado en la Fiscalía de Investigaciones Administrativas, organismo que deberá resolver si el empleado es exonerado de la administración pública. No obstante, el imputado adelantó verbalmente que presentará la renuncia.