Lucía de 27 años y madre de dos niñas de 8 y 4 años y un bebé de 5 meses ingresó a una vivienda deshabitada en Toay y que el año pasado había sido ocupada por la joven Antonella Villalba, quien en diciembre del 2024 se quitó la vida.
La casa tenía las aberturas soldadas, no posee luz, ni gas, y sí tiene conectado el servicio de agua.
Lucía tomó la decisión de usurpar la vivienda ante la negativa de ayuda por parte del municipio, cansada de esperar una vivienda y “viendo lo mismo de siempre, como gente acomodada accedieron a viviendas de IPAV”, dijo a Radio Uno de Toay.
“Me cansé de golpear puertas y nunca me dieron una solución, me daban 20 mil pesos para un alquiler, mostré cómo estaba viviendo a las autoridades y ni así me ayudaron. Sé que no está bien pero no tenía otra opción…después del mediodía (por hoy) vino la policía, de buena manera, a informarme que el intendente, la directora de acción social y alguien más que no recuerdo el nombre, me habían denunciado por usurpación y daño a la propiedad por haber roto la soldadura de la puerta”, expresó.
“Tengo una tarjeta alimentaria de $25.000 pesos, un cuota alimentaria de $30.000 y no mucho más. Con changas y ayuda de familiares y amigos llego, con suerte a $100.000 por mes y con eso nos estamos arreglando”, resumió la madre de tres niños.
Antonella Villalba, el año pasado, había ocupado esta misma vivienda y el municipio de Toay la obligó a dejarla. En diciembre, la joven se quitó la vida. Desde la Fiscalía de Investigaciones Administrativas se abrió una investigación para dilucidar presuntas deficiencias en el abordaje de la situación de Antonella.