El presidente de la Cámara de Propietarios de Taxis, Nicolás Di Santo, reveló a Diario Textual que un taxista que operaba con Uber fue “expulsado” del sistema de distribución de viajes en Santa Rosa y de esta forma se logró “frenar la ola” de taxis que trabajaban con la plataforma.
Días atrás el secretario general del Sindicato de Peones de Taxis, José Bocalatte, había revelado que de los 160 taxis de Santa Rosa unos 30 estaban operando con Uber, la plataforma de viajes.
Esto encendió las alarmas en los propietarios. Por eso, la cámara que los nuclea hizo asambleas en las dos bases y acordaron que “taxista que trabaja con Uber, afuera” del sistema de viajes.
“Las paradas hicieron asambleas y se pusieron firmes. De esta forma, se sancionó a uno que fue encontrado operando con Uber y todos volvieron a la senda del bien. Se logró parar la ola”, dijo a Diario Textual el presidente de la cámara de propietarios, Nicolás Di Santo.
“Alguno de noche debe haber todavía trabajando con Uber, pero hasta que se lo encuentre. Ya no es para nada masivo”, agregó.
La sanción que le impusieron al taxista, perteneciente a la parada de la terminal de ómnibus, fue expulsarlo del sistema de distribución de viajes. “Esto significa que se le sacó la frecuencia y no recibe viajes del sistema, o sea solo puede trabajar de la calle”, precisó Di Santo.
La empresa Uber comenzó a funcionar el pasado 6 de agosto en Santa Rosa. La aplicación se activó en medio de amenazas de sanciones, multas y hasta secuestros de automóviles y motos.
La llegada de Uber a la capital provincial implicó que pueden sumarse al servicio conductores en autos particulares, en taxis y hasta en motos. Desde abril de 2016, cuando comenzó a operar en la Argentina, la empresa sostiene que su operatoria es legal de acuerdo con el artículo 1280 del Código Civil y Comercial argentino que refiere a los contratos de transporte “entre privados” (como un servicio de flete o una empresa de traslado).
Pero los taxistas y hasta el propio municipio santarroseño sostienen que es un servicio público de transporte y, por lo tanto, necesita de la autorización y regulación que tienen los demás servicios, por lo tanto no puede operar.