El encargado de Donald Trump para América Latina, Mauricio Claver Carone, adelantó que la justicia de su país investigará la estafa que provocó Javier Milei cuando lanzó la criptomoneda Libra.
“Yo creo que es complicado el hecho de que hubiese, hubieron víctimas, personas defraudadas americanas”, dijo Claver Carone, que fue la primera voz oficial del gobierno norteamericano sobre el escándalo que este sábado llegó a la tapa de New York Times mientras la justicia argentina duerme la investigación para congraciarse con el libertario.
“Había cientos, miles de americanos que han perdido millones de dólares dentro de lo que se proporcionó”, dijo Claver Carone. “Y algunos de los asesores del presidente, en ese sentido, fueron algunos también norteamericanos”, dijo para poner el foco en el propio Milei.
“Así que yo creo que van a haber, obviamente, temas judiciales”, dijo el funcionario, que de este modo tiró una bomba sobre el criptogate con ramificaciones por el momento impredecibles.
Claver Carone es el Enviado Especial del Departamento de Estado para América Latina, el cargo más importante que tiene Estados Unidos en la región. El nombramiento de Claver Carone fue una pésima noticia para el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, con quien mantiene un enfrentamiento de hace años.
Según fuentes citadas por CNN, el FBI ya inició una pesquisa sobre la criptoestafa, lo que podría convertirse en un dolor de cabeza para el Gobierno libertario en pleno año electoral en Estados Unidos.
El involucramiento de Claver Carone es un dato clave: además de haber sido destituido del BID tras un escándalo interno, es el republicano más crítico de Milei dentro del círculo de Trump. De hecho, se lo señala como una de las figuras que podría influir en la relación bilateral por encima del secretario de Estado, Marco Rubio.
La posición de Claver-Carone complica los planes de Milei para conseguir apoyo del Departamento de Estado y de Donald Trump.
Aunque el funcionario republicano reconoció que podría haber “algún tipo de acuerdo que proporcione más inversiones” para Argentina, dejó en claro que el escándalo financiero podría convertirse en un serio obstáculo para la relación entre Washington y Buenos Aires.