La Unión de Trabajadores de la Educación de La Pampa (Utelpa) reiteró que la Justicia debe absolver a la docente Ana Contreras, de General Pico, condenada por “maltrato psíquico” a una alumna judía al tratar en el aula el conflicto entre Israel y Palestina y sostuvo que la “intromisión” judicial se debe en gran parte por la falta de implementación de protocolos por parte del Ministerio de Educación de La Pampa.
“La Unión de Trabajadores de la Educación de La Pampa (UTELPa), junto con las y los docentes de la provincia, subraya la responsabilidad del Ministerio de Educación en este caso. La falta de implementación efectiva del Acuerdo de Resguardo y Reparación ha contribuido directamente a los perjuicios sufridos por la docente involucrada”, sostuvo en un parte de prensa. “Esta situación no solo afecta a la profesional, sino que establece un precedente alarmante para toda la comunidad educativa, exponiendo al sistema escolar a intromisiones indebidas que vulneran derechos laborales y pedagógicos. Garantizar marcos protectores es indispensable para evitar que estos episodios se repitan”.
“La judicialización de conflictos educativos refleja la ausencia de aplicación de protocolos diseñados para resolver situaciones en el ámbito escolar, como la Guía Provincial de Intervenciones y el Estatuto del Trabajador de la Educación. Estas herramientas deben garantizar la autonomía de las instituciones y defender una educación pública libre de injerencias externas”, expresó el gremio.
“Exigimos que el Ministerio de Educación asuma su responsabilidad, fortalezca los espacios de escucha y acompañamiento, y proteja a las y los docentes frente a medidas arbitrarias que comprometan su estabilidad laboral y pedagógica”, dijo.
Además, llamó a la comunidad a sumarse al reclamo. “Invitamos a toda la comunidad a sumarse en defensa de una educación pública y democrática, en un contexto donde los discursos de odio y los ataques a las y los trabajadores de la educación amenazan las garantías fundamentales para convivir en comunidad”, sostuvo. “Junto a CTERA, reafirmamos nuestro compromiso en la búsqueda de la absolución de la docente Ana Contreras y exigimos el fin de la intromisión judicial en las escuelas. Este mensaje es un respaldo claro y contundente a las y los trabajadores de la educación y un llamado firme a las autoridades ministeriales y al sistema judicial para que respeten los derechos educativos y democráticos que sostienen nuestro sistema educativo”, finalizó.
La versión de la docente
Ana Contreras, la docente condenada, explicó que no hizo adoctrinamiento. “Mi defensa en el juicio tuvo que ver con que yo soy profe de todos los chicos: judíos y no judíos. Que lo que enseñamos tiene que ver con los criterios que tienen las Ciencias Sociales bajo los que se encuadra el Ministerio de Educación”, expresó en diálogo con ANRed.
“En 2023 se cumplieron 40 años ininterrumpidos del retorno de la democracia, el Ministerio de Educación solicitó a todos los docentes de la provincia profundizar el trabajo en torno a Derechos Humanos y Democracia. Planifiqué cuatro trabajos prácticos para eso: origen de los DDHH, ONU y sistema de garantías, Terrorismo de Estado y DDHH, y por último Memoria y negacionismo”, dijo.
“El día de la clase estábamos conversando sobre cómo se vinculaba el concepto de genocidio del Holocausto al Terrorismo en Argentina y una alumna levantó la mano para preguntarme qué relación había con el conflicto de Medio Oriente porque habían visto un tik tok. Lo que hice fue alertar sobre posibles fake news e intenté contextualizar históricamente. Les expliqué que se trataba de un conflicto que tenía muchas décadas y que no se veía una solución posible a corto plazo, dadas las declaraciones de su presidente de ultraderecha que había anunciado una respuesta desmedida. Les hablé del origen de la fundación del Estado de Israel, consecuencia de la caída del Imperio Otomano, del crecimiento de la conflictividad, y de cómo la autoridad Palestina reconoce a Israel legalmente pero no al gobierno israelí (aludiendo a las resoluciones de Oslo)”, desarrolló.
Ana recordó que el episodio duró pocos minutos, que no fue el tema principal de la clase y que incluso se permitió empatizar con los comentarios de alumnos y brindarles herramientas para que pudieran desarrollar sus ideas.
“Esto fue en octubre de 2023, unas dos semanas después del 7 de octubre. Les hablé de cómo se había modificado el mapa para los palestinos en el sentido de cómo se había reducido su territorio, mencioné que en Gaza viven 2 millones de personas muy jóvenes con muchos niños, y les dije que esto podría terminar en un genocidio o limpieza étnica, pero que el año siguiente lo iban a ver en Antropología”, dijo.
“Para finalizar, les mencioné que las guerras son terribles para todos los civiles involucrados y que las perspectivas no eran buenas. En ese momento, mi alumna de origen judío levantó la mano para decirme que Hamas odiaba todo lo judío. Le dije que sí, que en su carta fundacional hace un llamado a exterminarlos, con lo cual consideré que le di el espacio y la oportunidad de no sólo dar su opinión sino de ratificar sus dichos”, sostuvo. “Yo no di mi opinión en la clase. Yo solo dije lo que dice la doctrina jurídica”.
“Ella era una alumna muy querida para mí, excelente en su desempeño y muy afectuosa conmigo. Incluso una vez la consolé al verla llorando porque dijo que había recibido una agresión judeofóbica, además de reportarlo con la asesora pedagógica”, dijo Contreras.
En ese marco, recordó que ya había tenido una situación con el padre de la joven, pero por su hermana mayor y la ESI. En 2018 Ana abordó la temática de identidad de género porque en el grupo había un alumno trans. Proyectó la película XXY como parte de los contenidos para hacer trabajos prácticos. En aquel episodio el padre sacó a la alumna de la proyección, que luego se negó a presentar los trabajos prácticos, motivo por el cual la docente bajó la nota de 10 a 6. Esto motivó otra denuncia, que tuvo una solución a medias, con declaraciones contradictorias. “En ese entonces, el padre había dicho que cualquier cosa que vuelva a suceder él me iba a denunciar”, comentó.
“Mi defensa en el juicio tuvo que ver con que yo soy profe de todos los chicos: judíos y no judíos. Que lo que enseñamos tiene que ver con los criterios que tienen las Ciencias Sociales bajo los que se encuadra el Ministerio de Educación. Hay un enfoque que nadie está teniendo y es que está el Ministerio de Educación que nos manda como si fuéramos la primera línea a una guerra, a enseñar contenidos que son leyes, y cuando nos denuncian, no solo nos dejan solas, sino que yo ahora no sé si además tengo que atravesar un sumario del Ministerio de Educación: me van a sancionar por sostener cosas que dice la ley”, criticó.
En rigor, el sumario se encuentra en la Fiscalía de Investigaciones Administrativas. Eventualmente, de acuerdo a cómo se defina la causa penal, puede solicitar o no una sanción que deberá ejecutarla Educación.
Qué dijo el juez
El 9 de abril, el juez contravencional de General Pico, Maximiliano Boga Doyhenard, condenó a la docente porque dijo que justificó el ataque del grupo palestino Hamás contra la población israelí. Fue sentenciada a la pena de 60 días-multa, equivalente a 913.800 pesos, por ser autora de la figura de maltrato psíquico a una adolescente, que está prevista en el artículo 121, inciso 1° del Código Contravencional de La Pampa. En cambio, el juez la absolvió de las contravenciones previstas en los artículos 95 y 96 inciso 3° del Código por no haber acusación de la fiscalía.
“De la valoración integral de la prueba producida en el juicio, puedo concluir que se probó que los comentarios ofensivos atribuidos a la imputada en la denuncia existieron y lo fueron en el contexto referido por la estudiante y sus compañeras”, indicó Boga Doyhenard.
“La acusada introdujo adrede el tema del ataque terrorista de Hamas a Israel y no surgió que el relato haya sido formulado desde la ‘neutralidad’, como recalcó ella en su defensa, sino por el contrario todos los testimonios resaltaron –con marcada contundencia– que los comentarios fueron en favor del grupo terrorista Hamas, de que estaba bien lo que estaban haciendo, justificando la matanza de civiles en Israel y en contra del pueblo judío, calificando a ambos como ‘genocidas’”, dijo el juez en su fallo.
“Asimismo –acortó–, resultó llamativo que todas las alumnas que espontáneamente se presentaron en la dirección del colegio para denunciar la situación tuvieron la misma percepción, que evidentemente les impactó negativamente las formas, el contenido y la afectación que generó en la alumna”.