El polémico fallo de juez Maximiliano Boga Doyhenart contra la docente Ana Contreras, por supuesto “maltrato psíquico” a una alumna de origen judío, cuando se trataba el conflicto entre Israel y Palestina, tiene un nuevo capítulo. En las próximas horas, según adelantó el abogado defensor Jerónimo Altamirano a Diario Textual, apelará el fallo ante el Tribunal de Impugnación Penal (TIP) para que la profesora finalmente sea absuelta. “Es un fallo escandaloso. Se apoya en el testimonio de la denunciante, de su padre y de una psicóloga y omite deliberadamente lo que dijeron las cuatro compañeras que declararon: en líneas generales, esas testigos no convalidan lo que dice la alumna; en definitiva, las compañeras negaron que haya habido maltrato”, sostuvo. Dijo incluso que una estudiante manifestó que a la familia la mueve “el odio” hacia la profesora por un incidente que había tenido por la implementación de la Educación Sexual Integral (ESI), años atrás, con una hermana.
La condenada es Ana Contreras, profesora del Colegio Eduardo de Chapeaurouge. Según la sentencia, justificó frente a los alumnos el ataque terrorista de Hamás contra ciudadanos judíos. Pero ella lo negó terminantemente.
En una clase de “Cultura y Ciudadanía”, en octubre de 2023, se refirió al conflicto entre Israel y Palestina, y una de las alumnas, de 15 años y de origen judío -que incluso vivió en su infancia en Medio Oriente-, se sintió mal. Poco después, la familia -quien ya había tenido un conflicto con la misma docente en 2018 por la ESI, durante la proyección de una película donde se abordaba la diversidad sexual- presentó una demanda contra la profesora: dijo que, incluso, la profesora le había pegado a la joven un codazo cuando la había cruzado (una acusación que finalmente fue desestimada).
El pasado 9 de abril, el juez contravencional de General Pico, Maximiliano Boga Doyhenard, condenó a la docente porque dijo que justificó el ataque del grupo palestino Hamás contra la población israelí. Fue sentenciada a la pena de 60 días-multa, equivalente a 913.800 pesos, por ser autora de la figura de maltrato psíquico a una adolescente, que está prevista en el artículo 121, inciso 1° del Código Contravencional de La Pampa. En cambio, el juez la absolvió de las contravenciones previstas en los artículos 95 y 96 inciso 3° del Código por no haber acusación de la fiscalía.
“De la valoración integral de la prueba producida en el juicio, puedo concluir que se probó que los comentarios ofensivos atribuidos a la imputada en la denuncia existieron y lo fueron en el contexto referido por la estudiante y sus compañeras”, indicó Boga Doyhenard. “La acusada introdujo adrede el tema del ataque terrorista de Hamas a Israel y no surgió que el relato haya sido formulado desde la ‘neutralidad’, como recalcó ella en su defensa, sino por el contrario todos los testimonios resaltaron –con marcada contundencia– que los comentarios fueron en favor del grupo terrorista Hamas, de que estaba bien lo que estaban haciendo, justificando la matanza de civiles en Israel y en contra del pueblo judío, calificando a ambos como ‘genocidas’”, dijo el juez en su fallo.
“Asimismo –acortó–, resultó llamativo que todas las alumnas que espontáneamente se presentaron en la dirección del colegio para denunciar la situación tuvieron la misma percepción, que evidentemente les impactó negativamente las formas, el contenido y la afectación que generó en la alumna”.
Entre otros puntos, apoyándose en la acusación de la Fiscalía, el juez sostuvo que la docente conocía “cabalmente el origen judío” de la estudiante. Incluso, sostuvo, Contreras le preguntó específicamente a la alumna si le molestaba o afectaba hablar en clase del ataque terrorista de Hamas a Israel y la niña le dijo que sí, pero, de todas maneras, introdujo el tema una semana después. Según expresó, dirigió los comentarios “ofensivos” a todos los presentes, pero mirándola a ella.
La versión de la defensa
Altamirano criticó duramente la posición del juez. Dijo que solo se apoyó en el testimonio de la joven, del padre y de una psicóloga de la joven. “Esos testimonios estuvieron determinados por lo que les dijo la estudiante; no se refirió al testimonio de las compañeras”, sostuvo.
En la causa declararon cuatro compañeras de la estudiante que impulsó la denuncia. Tres lo hicieron por Zoom y otra en forma presencial.
“¿Y el resto (de los alumnos)? No quisieron declarar. Pero lo interesante es que ninguna coincide con lo que dice la denunciante”, sostuvo el abogado. “Es decir, no coinciden con las barbaridades que sostiene la adolescente”, agregó.
-¿Concretamente qué dijeron?- le consultó Diario Textual al abogado.
-En líneas generales, hay una que dice que no estaba prestando atención. Dijo no haber escuchado mucho lo que decían, pero sí que estaban hablando de Israel y Palestina. La otra dice que ella se sorprendió cuando la joven reaccionó así, porque nadie se lo esperaba. Entonces eso da la pauta también de que en realidad no fue un ataque, sino que fue una susceptibilidad de la presunta damnificada. Y la otra, que es amiga íntima del adolescente, hace el relato más parecido (a la denunciante), pero tampoco coincide. Hay que tener en cuenta que en la denuncia, (la joven) dice que la docente sostuvo que todos los judíos son terroristas y que estaba a favor de la matanza de civiles y niños. Es una locura en todo sentido.
-¿Y eso no lo manifiesta ni siquiera esa íntima amiga?
-No lo manifiesta ni siquiera la íntima amiga. Y la última chica que declaró en el debate dijo que era una locura lo que están haciendo con la profesora porque no fue así.
-¿Por qué usted mencionó en los alegatos que al padre de la familia lo mueve el “odio” contra Contreras?
-No lo dije yo. Lo dijo una de las compañeras. Una de las jóvenes, la última que declaró, dijo que el padre y la familia de la joven tenían odio con la profesora por lo que había pasado con la hermana. Ella dice que la familia siempre hablaba mal de la profesora y que incluso ella podía manifestar que tenía odio hacia la profesora.
-¿Hay posibilidades de incorporar a más testigos estudiantes?
-No, a esta la altura, no.
-¿Qué va a cuestionar ante el TIP?
-Entre otros puntos, que el juez utilizó la parte que le convenía para condenar a la docente. La que no le convenía, la dejó totalmente descartada.
El respaldo de Utelpa
Ayer, la Unión de Trabajadores de la Educación de La Pampa (Utelpa) reiteró que la Justicia debe absolver a la docente Ana Contreras, de General Pico, condenada por “maltrato psíquico” a una alumna judía y sostuvo que la “intromisión” judicial se debe en gran parte por la falta de implementación de protocolos por parte del Ministerio de Educación de La Pampa.
“La Unión de Trabajadores de la Educación de La Pampa (UTELPa), junto con las y los docentes de la provincia, subraya la responsabilidad del Ministerio de Educación en este caso. La falta de implementación efectiva del Acuerdo de Resguardo y Reparación ha contribuido directamente a los perjuicios sufridos por la docente involucrada”, sostuvo en un parte de prensa. “Esta situación no solo afecta a la profesional, sino que establece un precedente alarmante para toda la comunidad educativa, exponiendo al sistema escolar a intromisiones indebidas que vulneran derechos laborales y pedagógicos. Garantizar marcos protectores es indispensable para evitar que estos episodios se repitan”.
“La judicialización de conflictos educativos refleja la ausencia de aplicación de protocolos diseñados para resolver situaciones en el ámbito escolar, como la Guía Provincial de Intervenciones y el Estatuto del Trabajador de la Educación. Estas herramientas deben garantizar la autonomía de las instituciones y defender una educación pública libre de injerencias externas”, expresó el gremio.
La declaración de la docente
Ana recordó que el episodio duró pocos minutos, que no fue el tema principal de la clase y que incluso se permitió empatizar con los comentarios de alumnos y brindarles herramientas para que pudieran desarrollar sus ideas.
“Esto fue en octubre de 2023, unas dos semanas después del 7 de octubre. Les hablé de cómo se había modificado el mapa para los palestinos en el sentido de cómo se había reducido su territorio, mencioné que en Gaza viven 2 millones de personas muy jóvenes con muchos niños, y les dije que esto podría terminar en un genocidio o limpieza étnica, pero que el año siguiente lo iban a ver en Antropología”, dijo.
“Para finalizar, les mencioné que las guerras son terribles para todos los civiles involucrados y que las perspectivas no eran buenas. En ese momento, mi alumna de origen judío levantó la mano para decirme que Hamas odiaba todo lo judío. Le dije que sí, que en su carta fundacional hace un llamado a exterminarlos, con lo cual consideré que le di el espacio y la oportunidad de no sólo dar su opinión sino de ratificar sus dichos”, sostuvo. “Yo no di mi opinión en la clase. Yo solo dije lo que dice la doctrina jurídica”.
“Ella era una alumna muy querida para mí, excelente en su desempeño y muy afectuosa conmigo. Incluso una vez la consolé al verla llorando porque dijo que había recibido una agresión judeofóbica, además de reportarlo con la asesora pedagógica”, dijo Contreras.
En ese marco, recordó que ya había tenido una situación con el padre de la joven, pero por su hermana mayor y la ESI. En 2018 Ana abordó la temática de identidad de género porque en el grupo había un alumno trans. Proyectó la película XXY como parte de los contenidos para hacer trabajos prácticos. En aquel episodio el padre sacó a la alumna de la proyección, que luego se negó a presentar los trabajos prácticos, motivo por el cual la docente bajó la nota de 10 a 6. Esto motivó otra denuncia, que tuvo una solución a medias, con declaraciones contradictorias. “En ese entonces, el padre había dicho que cualquier cosa que vuelva a suceder él me iba a denunciar”, comentó.
“Mi defensa en el juicio tuvo que ver con que yo soy profe de todos los chicos: judíos y no judíos. Que lo que enseñamos tiene que ver con los criterios que tienen las Ciencias Sociales bajo los que se encuadra el Ministerio de Educación. Hay un enfoque que nadie está teniendo y es que está el Ministerio de Educación que nos manda como si fuéramos la primera línea a una guerra, a enseñar contenidos que son leyes, y cuando nos denuncian, no solo nos dejan solas, sino que yo ahora no sé si además tengo que atravesar un sumario del Ministerio de Educación: me van a sancionar por sostener cosas que dice la ley”, criticó.
En rigor, el sumario se encuentra en la Fiscalía de Investigaciones Administrativas. Eventualmente, de acuerdo a cómo se defina la causa penal, puede solicitar o no una sanción que deberá ejecutarla Educación.