El presidente Javier Milei y su comitiva oficial no lograron llegar a tiempo a la ceremonia de cierre del féretro del papa Francisco en la Basílica de San Pedro, un acto íntimo y reservado que marca el inicio de la última etapa de las exequias. La ceremonia se realizó este viernes, tal como estaba previsto en el protocolo vaticano.
El cierre del ataúd fue presidido por el cardenal Kevin Joseph Farrell, camarlengo de la Santa Romana Iglesia, en un ambiente de absoluta privacidad. La ausencia del mandatario argentino generó un fuerte escándalo, dado que se trata del primer papa argentino de la historia. Sin embargo, fuentes oficiales confirmaron que Milei estará presente, este sábado, en las exequias públicas que se realizarán en el Vaticano, junto a otros líderes internacionales.
Horas antes de la ceremonia, el presidente se encontraba en Buenos Aires, donde mantuvo una reunión con el economista español Jesús Huerta de Soto, uno de sus referentes intelectuales. El encuentro fue difundido por funcionarios del Gobierno nacional en redes sociales.
Francisco había pedido un ritual austero, sin grandes honores protocolares, por lo que el cierre del ataúd fue reservado a autoridades eclesiásticas. El faltazo, para algunos, representa una falta de sensibilidad institucional en un hecho histórico. La asistencia de Milei al acto público de este sábado marcará el reconocimiento institucional de su gobierno al fallecido sumo pontífice.