La interna para la conducción del Partido Justicialista será provincial, pero la pelea se jugará en Santa Rosa. No solo por ser la capital: es el territorio donde gobierna el intendente Di Nápoli, su principal bastión ya que no tiene lista en ninguna otra localidad, pero además porque comparte espacio con todas las líneas. La diferencia que haga Di Nápoli en Santa Rosa determinará qué porcentaje sacará en el resultado final: solamente presentó tres listas para unidades básicas en la capital provincial de las 79 localidades.
La lista de unidad entre las líneas le presentó pelea en la capital provincial con nóminas para el Consejo de Unidades Básicas, delegado departamental y en las siete unidades básicas santarroseñas. La pelea será voto a voto. Di Nápoli presentó para el Consejo y delegado, y en solo tres unidades básicas, lo que demostró, para los voceros de la lista de unidad, que “no tiene territorialidad ni en la ciudad que gobierna”. Las listas son en Colonia Escalante, Villa Santillán y Villa Parque, mientras que en Zona Norte, donde no va a haber interna, en la lista de unidad se integraron dos seguidores del intendente.
El intendente se enfrentará a las siete líneas internas. Y para colmo en el territorio principal de Identidad Peronista y de Convergencia, mientras que la Plural tiene su desarrollo con parte de los funcionarios provinciales, el NEP su estructura sindical y también está presente Compromiso Peronista. Tal vez La Cámpora no haga pie ya que muchos de sus dirigentes siguieron a Di Nápoli y Alternativa Peronista.
Contará con la estructura municipal, pero tendrá enfrente la estructura de Casa de Gobierno con la que comparte ciudad. Y además deberá enfrentarse con otra variable: el tiempo. Las elecciones, se estima, serán en 45 días y solo tendrá ese tiempo para capitalizar Santa Rosa o tratar de extenderse en el interior.
El resultado marcará en parte el futuro de Di Nápoli. Los votos santarroseños apuntalarán la lista para el Consejo Provincial, donde debe sacar 20% para ingresar representantes.
Su performance en la ciudad irá definiendo si tiene posibilidades para ser candidato a gobernador. Si le gana a las siete líneas unidas, deberemos prepararnos para la configuración de un nuevo peronismo pampeano. Si pierde, pero queda con un buen porcentaje (60 a 40 por ciento) todavía quedará en carrera.
Si pierde por mucho, no solo habrá dilapidado cualquier posibilidad para 2027 de un cargo ejecutivo, y de posicionar a su línea, sino que su gestión quedará golpeada en su gobernabilidad al no contar con apoyos dentro del mismo PJ.