La masividad con la que se está utilizando la aplicación multinacional Uber en Santa Rosa generó un cambio de postura en sectores que antes lo rechazaban por considerarlo ilegal y ahora dicen que es necesario regularlo. En esa posición están entre los concejales del Partido Justicialista, los dirigentes del Sindicato de Peones de Taxis y una mayoría de integrantes de la Cámara de Propietarios de Taxis. En el concejo deliberante se están cocinando dos proyectos para regular las aplicaciones de traslado de personas: uno ya presentado por la concejala Luján Mazzuco (UCR) y otro que está por presentar Lorena Guaiquián (PJ). La semana que viene podrían ser tratados en la Comisión de Administrativa y Reglamentaciones.
El jueves último, tal como reveló Diario Textual, entró el proyecto de la UCR. En tanto, la peronista Guaiquián está puliendo los detalles de otra iniciativa que va en el mismo sentido que la del radicalismo.
Esto abre las puertas a la legalización de aplicaciones como Uber, que desde agosto del año pasado desembarcó en Santa Rosa pese a ser considerado ilegal por el municipio.
“Recontra instalado”
El concejal peronista Lucas Ovejero reconoció a Diario Textual que no lo pudieron frenar. “Hay que buscarle la vuelta a la regulación de Uber lo más rápido posible para que sea más parejo para todos porque si no se está beneficiando a un solo sector y se está perjudicando a los taxistas”, dijo.
“Uber está recontra instalado, son muchos los que lo usan en Santa Rosa y es mucha la pérdida que están teniendo los taxistas”, afirmó.
Apoyo de los peones y quiebre en la cámara de propietarios
El Sindicato de Peones de Taxis esta semana hizo punta en la necesidad de regular Uber en Santa Rosa. “No podemos seguir negándolo, por eso proponemos que se les exijan requisitos. el municipio nos prometió control, pero no sirve. Hay que regularlo”, dijo a Diario Textual el secretario general, José Bocalatte.
En tanto, en la Cámara de Propietarios de Taxis las aguas están divididas: un sector, referenciado en el vicepresidente Adrián Gatica, apoya la regulación, en tanto que otro sector, encabezado por el tesorero Ernesto Forastiero, lo rechaza terminantemente y sigue sosteniendo que Uber es ilegal y que hay que combatirlo con controles más duros.
Los controles no lograron desalentar el uso de Uber
Uber comenzó a operar en Santa Rosa en agosto del año pasado. La aplicación se activó en medio de amenazas de sanciones y hasta secuestros de automóviles y motos. Sin embargo, los controles y multas no lograron desalentar su uso.
La llegada de Uber a la capital provincial implicó que conductores de autos particulares, en taxis y hasta en motos, se sumaron al servicio.
Los taxistas y hasta el propio municipio santarroseño sostuvieron desde un principio que es un servicio público de transporte y, por lo tanto, necesita de la autorización y regulación que tienen los demás servicios, por lo tanto no puede operar.
Pero Uber siguió operando, fue sumando cada vez más conductores a su plataforma y hasta anunció, a principios de mayo, que en Santa Rosa ya está vigente la nueva opción que permite a los usuarios solicitar viajes en taxis a través de la plataforma.
Con el correr de los meses y viendo que cada vez más gente utiliza Uber, varios taxistas empezaran a trabajar con la aplicación, situación que obligó al sindicato de peones y a buena parte de los propietarios a pedir ahora legalizar la aplicación con requisitos.