El peronismo de La Pampa comenzó a conversar sobre quién encabezará la lista del Partido Justicialista para las elecciones legislativas nacionales de octubre. Esta semana se retomaron las reuniones entre las distintas líneas internas del partido, con la vista puesta en el armado electoral, aunque la designación del candidato no se espera antes de agosto.
Por lo pronto, hay dos cuestiones centrales. Todas las líneas le pidieron al gobernador Sergio Ziliotto que ponga al candidato, o sea que va a tener la lapicera para bien o para mal, y, por otro, preocupa y molesta lo que ya se sabe: el sector del exgobernador Carlos Verna y el que responde al intendente de Santa Rosa, Luciano di Nápoli, seguramente van a “hacer la plancha” en la campaña.
En el justicialismo hay coincidencias sobre el contexto adverso que enfrentarán en los comicios. Una de las preocupaciones centrales es la actitud que tomará el vernismo en el norte provincial, particularmente en General Pico, donde el espacio de mayor peso, la línea Plural que encabeza el ex gobernador Carlos Verna, ya anticipó que no presentará candidatos. La decisión, como en elecciones anteriores, implica que nuevamente no habrá despliegue territorial ni trabajo político en esa ciudad clave, transfiriendo la responsabilidad electoral al resto del peronismo y, en especial, al gobernador Ziliotto.
“El vernismo va a volver a hacer la plancha en Pico”, comentó con resignación un dirigente que participa del armado. Esto alimenta la molestia dentro del partido, en especial en quienes sienten que la falta de compromiso mina las chances electorales. “Después hay que pensar las consecuencias para 2027; con Pico solo no se gana una elección”, advierte otro consultado. “Los popes de vernismo no se pueden desentender en esta intermedia, si es que quieren jugar en 2027…”, agrega.
La postura de los diputados vernistas en el tema El Medanito esta semana, donde blanquearon su postura disidente con el Gobierno provincial, muestra a las claras esta situación.
Otra señal de tensión surge desde Santa Rosa. Luego de la fallida interna para renovar autoridades partidarias, que terminó con el rechazo de la lista encabezada por el intendente Luciano di Nápoli, ya que se entiende que el jefe comunal y su grupo jugaran un rol pasivo en la campaña. Aunque la situación es distinta a la de Pico, porque en Santa Rosa confluyen las líneas internas con fuerza propia.
En este contexto complejo, todas las miradas quedaron puestas en el gobernador Ziliotto, quien además preside el PJ pampeano. Las líneas internas le están pidiendo que tome la decisión final sobre la candidatura, lo que vuelve a ubicar sobre él el peso del resultado electoral. La duda que se discute es de qué perfil tendrá el postulante: si se tratará de un dirigente de alguna línea interna (con el riesgo de abrir heridas en las demás); si será un funcionario del Ejecutivo provincial (cuestión que estaría descartada); si se buscará a un outsider para afrontar esta elección atípica; o si se optará por un intendente con respaldo territorial y consenso dentro de sus pares.
El PJ intenta reordenar sus piezas, pero la falta de una figura de consenso, las rencillas internas no saldadas y las jugadas de sectores como el vernismo plantean un escenario con desafíos importantes para una fuerza que intentará conservar su representación nacional en un clima político nacional adverso y con el oficialismo provincial recibiendo cada vez más presión.