El frente electoral impulsado por el Partido Justicialista ya dejó atrás el armado formal de su espacio y entró de lleno en la etapa de definición política: ahora el foco está puesto en delinear el perfil del candidato o candidata que representará al peronismo pampeano en las próximas elecciones nacionales. En cada charla, en cada encuentro con referentes de las distintas líneas internas, intendentes y aliados, hay una certeza que se impone por encima de todo: la unidad será estratégica, pero también habrá costos para quienes elijan especular o mirar para otro lado.
“En esta elección nos jugamos todo contra la lista del gobierno de Milei. No hay lugar para esconderse”, lanzó con crudeza un dirigente del PJ provincial en diálogo con Diario Textual. Y la frase se repite en cada rincón del espacio, con más o menos palabras, pero con el mismo mensaje: nadie podrá mantenerse al margen sin consecuencias. Poco después de esta nota, se oficializó lo que publicó Diario Textual: empezaron a salir unidades básicas pidiendo jugar a fondo en estas elecciones. “Con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes”, lanzaron en un comunicado de prensa desde la Unidad Básica de Villa Santillán, de Santa Rosa, en el marco del apoyo a una movilización para este 26 de julio, organizando desde Consejo Local de Unidades Básicas de Santa Rosa (CLUB), en conmemoración del fallecimiento de Eva Duarte de Perón. “El Peronismo de Santa Rosa está transitando un camino de recuperación territorial de la mano del CLUB donde la militancia se siente parte, representada y convocada. Con esta nueva conducción, estamos dando los debates que clarifiquen a la sociedad y no buscando la construcción individual ni personal de nadie, sino colectiva por el bien de Santa Rosa y La Pampa. Las premisas son claras: La Pampa o Milei. Argentina o Estados Unidos”, sostuvieron.
“Es por eso, que nos sentimos consustanciados con el gran frente electoral que conformó el peronismo pampeano con otras nueve fuerzas políticas, para defender a La Pampa, ponerle un freno a la locura libertaria y restaurar el federalismo. Esta es la única opción que los pampeanos tienen para su propia defensa y de la provincia. El resto son todos cómplices o participes de desastre del gobierno de Milei”, expresaron.
“No debería haber un solo peronista de La Pampa que comprendiendo la coyuntura nacional y que con los hechos políticos, sociales y económicos que se vienen sucediendo, se autoexcluya de la construcción del triunfo de Octubre”, dijeron.
“Todo compañero y compañera tiene hoy una responsabilidad clave con La Pampa y el peronismo: Demostrar su lealtad y no esconderse”, advirtieron.
El frente peronista sabe que se enfrenta a una contienda compleja, donde el enemigo político está claro: el oficialismo libertario. En este contexto, lo que se espera de cada sector es compromiso total con la campaña.
Los intendentes, en particular, son observados con lupa: aquellos que decidan no involucrarse, que se corran por cálculo político o comodidad, quedarán expuestos, y el problema no será sólo interno, sino que se proyectará hacia el futuro. “¿Cómo van a justificar una candidatura a gobernador en 2027 si ni siquiera se pusieron al frente para defender su pueblo en 2025?”, cuestionan desde la conducción del frente.
El mensaje tiene destinatarios concretos. En el norte provincial, donde en las legislativas anteriores hubo escasa participación de algunas figuras, se espera una actitud distinta. Y en Santa Rosa y General Pico, distritos claves para el resultado electoral, las expectativas son más altas: el intendente Luciano di Nápoli mantiene un vínculo frío con el Gobierno provincial, pero necesita que en su ciudad al peronismo le vaya bien porque es su principal capital político –aunque compartido con el resto de las líneas que ayudaron a que fuera reelecto- y también necesitará del resto de los sectores si aspira a escalar en la carrera política. Fernanda Alonso en Pico esta vez tendrá una parada difícil ya que la lupa se pondrá en los votos que se consigan en la ciudad norteña, y de sus esfuerzos dependerá después los apoyos que consiga.
Más allá de los matices y tensiones internas, hay una premisa que se empieza a imponer: en esta elección, cada intendente tendrá que revalidar su liderazgo con votos. Y no sólo para consolidar poder local, sino también para proyectarse. Porque nadie podrá aspirar a un lugar en la provincia sin haber jugado a fondo en esta instancia. Los respaldos, advierten desde el PJ, no se construyen en los escritorios ni con declaraciones tibias: se ganan en el territorio, militando.
El frente ya está en marcha. Y el mensaje está claro: esta vez, no hay margen para la ambigüedad ni espacio para la traición.