Triki, el perro más popular de Santa Rosa y símbolo del amor por los animales, murió en las últimas horas. Su historia de vida, marcada por el abandono, el maltrato y la posterior recuperación, conmovió a miles de personas en La Pampa y lo convirtió en un ícono local.
Triki fue encontrado años atrás en estado de abandono y con signos de haber sido golpeado. Su rescate estuvo a cargo de Lara Meneses, conocida como “Mechi”, quien en ese momento trabajaba en el Ministerio de Desarrollo Social. Junto a varios compañeros de trabajo, impulsaron su tratamiento veterinario y decidieron adoptarlo y cuidarlo para siempre.
De tamaño pequeño, pelaje negro y algunas manchas blancas en el mentón y el pecho, Triki se hizo conocido por recorrer distintas oficinas públicas en Casa de Gobierno, el Centro Cultural Medasur y la municipalidad, en busca de afecto y alimento. Su presencia fue tan constante como entrañable.
Su historia inspiró a Meneces a fundar una asociación protectora de animales. En la página de Facebook dedicada a Triki, que contaba con más de 50 mil seguidores, se publicó un emotivo mensaje de despedida narrado en primera persona, como si lo hubiera escrito el propio perro:
«Hoy cerca de las 8:00 de la mañana me fui al cielo de los perritos. Esperé que mi mamita humana se levantara… su primera caricia, su primer beso, su ‘buen día Trikito’, y entonces, minutitos después, cerré mis ojitos para siempre y emprendí mi vuelo hacia la eternidad».
«Luego de pasar ocho años en las calles, sufrir maltrato y desamparo, Dios me regaló una nueva oportunidad. Apareció una humana que me adoptó y colmó mi existencia de amor y cuidados. Fui feliz, tuve un hogar y varios hermanitos como yo. Me fui en paz, pegadito a mi mamita humana».
«Cuando pasen los días y el dolor se apague un poco, mi mamá les podrá contar más detalles. Hoy solo regálenme una oración, una velita que custodie este viaje. Los quiero siempre.»
La despedida de Triki generó una fuerte repercusión en redes sociales, donde cientos de personas expresaron su tristeza y agradecimiento por el legado de amor que dejó este perrito callejero que encontró, finalmente, un hogar lleno de cariño.
