La División Balística de la Policía de la Ciudad llevará adelante desde las 10 de este lunes la reconstrucción detallada del disparo realizado por el gendarme Héctor Jesús Guerrero la tarde del pasado 12 de marzo, que casi le costó la vida al fotógrafo Pablo Grillo. La pericia busca determinar si la manera en la que disparó el cartucho de gas que impactó en la cabeza del reportero gráfico se ajustaba a la normativa del cuerpo.
La reconstrucción se realizará en un espacio fuera de la Ciudad de Buenos Aires, luego que la propia fuerza de seguridad porteña concretara el pasado 2 de agosto la planimetría en la calle Hipólito Yrigoyen entre Solís y Virrey Ceballos. Este estudio determinó los lugares donde se encontraban el gendarme Guerrero y Pablo Grillo y la distancia que los separaba al momento del impacto.
Con esos datos, el estudio forense estará centrado en determinar la trayectoria y velocidad del proyectil, como así también la posición y ángulo del arma Modelo Unic Tipo lanza gases Cal. 38.1mm, Serie 00660 secuestrada con proyectiles media y larga.
Otro aspecto fundamental de la pericia será la ubicación de Pablo Grillo al momento del impacto y si el proyectil disparado por el gendarme tocó, rozó o rebotó en el suelo antes que su trayectoria, que también será analizada, hiriera al fotógrafo.
La medida que, además, contará con la presencia de las peritos Agustina Oberti y Silvia Bufalini, del lado de la querella y Emilio Mariano García Chavarría por la defensa, será determinante para la indagatoria del gendarme que se realizará el próximo martes 2 de septiembre en los tribunales de Comodoro Py. Allí, la jueza Servini le enrostrará a Guerrero otras pruebas recopiladas a lo largo de la investigación.
La causa, sumada a la del policía federal Cristian Rivaldi quien está cerca de ser enviado a juicio por gasear a una niña también en una protesta de jubilados en la zona del Congreso, deja más en evidencia el accionar de las fuerzas federales de seguridad más allá del manejo del llamado “protocolo antipiquete”.
Sobre la herida de Pablo Grillo que estuvo varios meses en terapia intensiva, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, desmintió que el disparo fuera directamente a la cabeza de el fotógrafo, si no que fue acorde al protocolo de Gendarmería que establece que el uniformado debe hacerlo de forma oblicua al suelo.