El Reino Unido, Canadá y Australia anunciaron el domingo el reconocimiento formal del estado palestino, lo que marcó un cambio histórico en la política diplomática occidental hacia el conflicto de Medio Oriente, aunque en gran medida simbólico.
Canadá encabezó los anuncios. Así se convirtió en el primer país del G7 en reconocer un Estado palestino cuando su primer ministro Mark Carney comunicó la decisión en redes sociales. En su declaración, Carney criticó duramente al gobierno israelí actual, señalando que “está trabajando metódicamente para prevenir que la perspectiva de un Estado palestino sea jamás establecida”.
“Su asalto sostenido en Gaza ha matado a decenas de miles de civiles, ha desplazado a más de un millón de personas, y ha causado una hambruna devastadora y prevenible en violación del derecho internacional”, declaró Carney.
Australia siguió poco después, con el primer ministro Anthony Albanese que anunció que su país reconoce “las aspiraciones legítimas y largamente sostenidas del pueblo de Palestina a un estado propio”.
Albanese indicó que el establecimiento de una embajada y relaciones diplomáticas activas se concretará una vez que la Autoridad Palestina cumpla con los compromisos de reforma solicitados por la comunidad internacional.
Finalmente, el primer ministro británico Keir Starmer también confirmó el reconocimiento de la soberanía palestina a través de un video. Describió la decisión como parte de “un esfuerzo internacional coordinado para preservar la posibilidad de una solución de dos estados”.
La semana pasada, la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre los territorios palestinos ocupados, de la Organización de Naciones Unidas (ONU), calificó los ataques israelís de “genocidio y urgió a Israel a cumplir con sus obligaciones legales en virtud del derecho internacional para poner fin a tal atrocidad y castigar a los responsables.
La Comisión, establecida por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, basó sus conclusiones en pesquisas exhaustivas sobre lo ocurrido en Gaza desde el 7 de octubre de 2023 hasta el 31 de julio de este año.
Al matar, causar lesiones graves a la integridad física o mental, someter deliberadamente a condiciones de vida que hayan de acarrear la destrucción total o parcial de los palestinos, e imponer medidas destinadas a impedir la natalidad, las autoridades y las fuerzas israelíes cometieron cuatro de los cinco actos genocidas definidos en la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, de 1948, apuntaron los expertos de la comisión en un nuevo informe.