El Gobierno nacional dispuso que no le cobrará retenciones a los granos hasta el 31 de octubre. La medida, en medio de la campaña electoral, busca generar una mayor oferta de dólares luego de varios días de suba que llevaron la cotización oficial a $1515 y le provocaron pérdidas de casi 1000 millones en las reservas del Banco Central.
La medida fue anunciada por el vocero Manuel Adorni. “La vieja política busca generar incertidumbre para boicotear el programa de gobierno. Al hacerlo castigan a los argentinos: no lo vamos a permitir. Por eso, y con el objetivo de generar mayor oferta de dólares durante este período, hasta el 31 de octubre habrá retenciones cero para todos los granos. Fin”, anticipó el funcionario.
Durante la última semana, los mercados financieros argentinos experimentaron una fuerte volatilidad, reflejada en la suba de los dólares alternativos, que alcanzaron valores cercanos a los $1.600 y la llegada del dólar mayorista al techo de la banda de flotación, lo que forzó ventas del Banco Central para contener el avance. La escalada se aceleró por una elevada demanda de cobertura frente a la incertidumbre económica. Inversores y ahorristas buscaron refugio ante las dudas sobre la capacidad de respuesta del Gobierno en un contexto de reservas debilitadas y presiones cambiarias crecientes.
A la par de la disparada en los precios de los dólares libres, el riesgo país también avanzó con fuerza y superó los 1.500 puntos. Esta cifra se consolidó como la más alta del último año. La dinámica reflejó la creciente desconfianza de los inversores internacionales hacia la deuda argentina y el difícil acceso a fuentes de financiamiento externo. Se observó, además, una caída en la cotización de acciones y bonos, sumando tensión a un mercado marcado por las ventas forzadas y la falta de liquidez.
El panorama cambió la agenda pública y obligó a funcionarios económicos a reforzar su presencia en el control del mercado. La demanda por dólares en sus distintas variantes se mantuvo elevada durante toda la semana, profundizando la distancia entre el tipo de cambio oficial y los paralelos. Este escenario sumó presión a los precios, con impacto potencial en la inflación, y alimentó una creciente expectativa por nuevas medidas o respuestas urgentes en materia económica.