Las vecinas y vecinos del barrio popular Micaela García vivieron este viernes una jornada cargada de emoción con la entrega de los Certificados Únicos de Vivienda Familiar, otorgados por la Municipalidad de Santa Rosa. El acto, encabezado por el intendente Luciano di Nápoli junto a la viceintendenta Romina Montes de Oca, marcó también la finalización de las obras de iluminación y conexión eléctrica del barrio, financiadas íntegramente con fondos municipales y ejecutadas por la Cooperativa Popular de Electricidad (CPE).
El encuentro se realizó en el Espacio Verde del barrio Santa María de La Pampa, y contó con la presencia del subdirector de Economía Social de la provincia, Fabián Avendaño, concejales y miembros del gabinete municipal. En total, 83 familias recibieron la documentación que les permitirá acceder formalmente al servicio eléctrico.
Durante el acto, di Nápoli destacó el compromiso del municipio con la urbanización y la justicia social. “Allí estuvo y está el Estado municipal, porque entendemos que el camino es la justicia social. Cuando tuvimos el orden financiero que necesitábamos y un municipio ordenado, hicimos aquel anuncio y hoy está plasmada la posibilidad de que la calidad de vida mejore. Primero le tocó a El Nuevo Salitral, ahora a ustedes y de acá nos vamos a El Amanecer”, expresó.
El intendente subrayó que el acceso a la energía “no es un favor ni un privilegio, sino un derecho básico”, y afirmó que las obras son el resultado de una administración responsable: “Cada peso que cuidamos lo transformamos en justicia social. Esta gestión mira a toda Santa Rosa, para que nadie se quede atrás. Tenemos las prioridades claras”, aseguró.
Obras y mejoras
La intervención municipal incluyó la instalación de una red de baja tensión, subestaciones transformadoras y alumbrado público con luces LED en todas las cuadras del barrio. Además, se garantizaron las conexiones seguras para cada vivienda, paso fundamental para las futuras conexiones domiciliarias.
Estas acciones no sólo mejoran las condiciones de seguridad y habitabilidad, sino que también garantizan el acceso formal a un servicio esencial, fortaleciendo el sentido de comunidad.
“Cada uno de estos certificados es más que un papel: es una garantía de derechos. Cada medidor nuevo es una puerta que se abre a la formalidad, a la seguridad y al futuro”, señaló di Nápoli.
Una emoción compartida
Entre lágrimas y aplausos, los vecinos celebraron el avance. Yanina Tomaso, la primera en recibir su certificado, expresó: “Hoy podemos decir que somos barrio Micaela García. Lo que en el pasado parecía un sueño, hoy es una realidad.”
El encuentro concluyó en un clima de alegría y reconocimiento colectivo. Con esta entrega, el municipio reafirma su compromiso con la urbanización de los barrios populares, avanzando en políticas que priorizan la inclusión, la seguridad y el acceso equitativo a los servicios básicos.
“Hoy damos un paso más en la urbanización de los barrios populares. Cada medidor nuevo es una puerta que se abre a la formalidad, a la seguridad y al futuro”, cerró el intendente di Nápoli.