El Tribunal de Audiencia de Santa Rosa inició este martes el juicio oral y público contra Francisco Roldán (62 años), acusado de haber atropellado y matado en su automóvil a la estudiante Lía Falcón (21), cuando conducía a alta velocidad y pasó un semáforo en rojo. “Realmente no vi a la criatura”, dijo el acusado, en sus primeras palabras ante los jueces.
Además, negó haber pasado en rojo y de haber ido manipulando el teléfono celular mientras conducía. “No pasé en rojo. Jamás manejé con el celular. Lo dejé al lado de la palanca de cambio después de pasar por la gomería”, expresó.
“Esto me cambio la vida. Lo que pasó es la realidad. El semáforo no estaba en rojo. Soy hincha de Ford, viajé a encuentros y nunca he superado los 80 o 90 km. Iba a las carreras, fui asistente de pista de pilotos. Nunca tuve una infracción en mi vida”, juró. “Cambió todo, desgraciadamente. Jamás pensé que a esta edad iba a tener esto”, dijo.
La mamá de Lía, Alejandra Falcón, declaró después de Roldán. Entre lágrimas contó cómo se enteró del siniestro vial en el que falleció su hija. Y qué sucedió cuando llegó al hospital y vio a Lía en una camilla, sin vida. “Ese día iba a comprarse ropa, después íbamos a ir a la iglesia y después con amigas al Parque Lineal. Lamentablemente no pudo”, recordó.
“Lía era muy simpática, dulce, una nena muy buena. En el colegio era excelente. Buena compañera. Quería ser policía, pero se decidió por psicopedagogía para poner un consultorio y ayudar a los nenes que no pueden pagar. Quería tener hijos y adoptar. Pero no se dio nada”, dijo.

“Lía era mi sostén. Esto me destruyó la vida, no se vivir sin mi hija. Me afectó mucho emocionalmente, a tal punto de no poder dormir. No puedo entender cómo no va a volver. Era muy joven, no lo merecía. Me falta mi otra mitad. No sé cómo voy a continuar”, agregó.
Posteriormente declaró la policía Soledad Distel, una de las primera en llegar al lugar del siniestro vial, y contó qué vio cuando llegó al lugar, así como la recolección de una prueba clave en el caso: las cámaras de video de la carnicería Pampa Meat, que captaron el momento en que Lía fue atropellada.
Luego declaró el cabo primero Juan Pratto y el agente Daniel Pacheco, de la Seccional Séptima.
Posteriormente lo hizo una testigo presencial, Celina Blanco Alonso, que fue la primera persona que pidió ayuda. Dijo que el Ford Falcon conducido por Roldán “vino como una luz” y aseguró que circulaba a “una velocidad muy fuerte”.
Contó que Lía estaba detenida esperando el cambio de luz del semáforo en la calle Cavero y cuando le habilitó el paso ella miró el semáforo y comenzó a cruzar. “Hizo unos pasos y apareció un Peugeot rojo, que frenó, y luego vino el Falcon como una luz”, recordó. “Ella voló y cayó en la senda peatonal del otro lado. El sonido del choque fue comparable al de una explosión. Fue como el sonido de una bomba, como si explotara algo”, comparó.
El tribunal está integrado por los jueces Gastón Boulenaz, Andrés Olié y Carlos Besi. El fiscal es Marcos Sacco; la abogada querellante Aldana Belén Prost; y los defensores Javier Espínola y Seila Domínguez Ardohain.
El juicio se desarrolla los días 21, 22, 23, 24 y 27, siempre de mañana. Hoy se realizó la lectura de la acusación de la fiscalía y se escucharon las posiciones de la querella y de la defensa. En tanto, desde el 22 al 24 declararán los testigos y ya el 27 se esperan los alegatos.
Roldán está imputado por el delito de homicidio culposo por conducción imprudente, negligente y antirreglamentaria, agravado por pasar en rojo y por conducir en exceso de velocidad. Es decir, para la fiscalía no tuvo intención de matar. Sin embargo,la querella que representa a la familia de la víctima reclamó en la primera audiencia una calificación más grave: homicidio simple con dolo eventual. Es decir, para los familiares, Roldán, al menos, debió representarse que al circular a alta velocidad y pasar un semáforo en rojo podía causar una muerte. Esto ocurre cuando el individuo sabe que sus actos son peligrosos y que podría resultar en una muerte, pero actúa con indiferencia a que esta suceda o no.
La defensa, en tanto, planteó la invalidez de la acusación por “actividad procesal defectuosa” y sostuvo que se “violó el principio de acusación única” y se “afectó el derecho de defensa” de Roldán. “Fue un siniestro vial, no un delito intencional”, dijo la defensora Seila Domínguez Ardohain.
“Ese día Francisco salió a la calle no con intención de matar”, dijo, y reveló que salió apurado a comprar un pasaje para que su hijo, con problemas de adicciones, pudiera viajar desde la Fundación Rumen, de General Pico, a Santa Rosa.
Además, Roldán padecía glaucoma, una enfermedad que reduce la visión periférica. “No confundan un error con la intención de matar”, pidió la defensora.
El siniestro vial ocurrió alrededor de las 17 horas del jueves 16 de enero pasado, en la intersección de la avenida circunvalación Santiago Marzo y Cavero, en Santa Rosa. De acuerdo con la investigación, el Ford Falcon que conducía Roldán atropelló a la joven cuando cruzaba la circunvalación, la arrastró sobre el capó unos 30 metros y recién se detuvo a unos 110 metros del lugar del impacto. Lía fue trasladada de urgencia al Hospital Favaloro, donde poco después se confirmó su fallecimiento.
El fiscal Marcos Sacco acusó al conductor de haber pasado el semáforo en rojo a una velocidad estimada de entre 99 y 117 kilómetros por hora, cuando la máxima permitida en ese sector es de 60 km/h, y de estar manipulando el teléfono celular al momento del choque.
Roldán cumple desde hace nueve meses prisión domiciliaria. Su defensa intentó cuestionar la calificación legal, pero tanto el Tribunal de Impugnación Penal como el Superior Tribunal de Justicia rechazaron el pedido. Para la familia de Lía, todo se trató de una maniobra para mantener la prisión domiciliaria y, en caso de ser condenado, evitar el cumplimiento de la pena en una cárcel o comisaría.
Alejandra Falcón, la madre de Lía, espera cárcel efectiva para Roldán. “Es una mezcla de emociones. Va a ser la primera vez que vea a los ojos al asesino de mi hija”, dijo. “Voy a estar ahí desde el primer día hasta el último, confiando en que la Justicia pampeana esté a la altura. Pedimos cárcel efectiva y una condena ejemplar”, agregó.