La Unión Cívica Radical pampeana está de duelo por la sonora derrota de las legislativas del domingo, pero ya hay dirigentes que retomaron los contactos internos para reactivar la conformación de una gran coalición opositora que reúna a La Libertad Avanza, el PRO y otros espacios opositores, con el objetivo de terminar en 2027 con más de cuatro décadas de hegemonía peronista en La Pampa.
“Vamos a trabajar por una gran coalición”, dijo a Diario Textual el diputado Hipólito Altolaguirre, de la línea Celeste, el principal sector interno que había impulsado -sin éxito- un acuerdo con los libertarios antes de las elecciones legislativas de este 26-0.
La elección fue un golpe duro para la UCR. No ganó en ninguna localidad, pese a gobernar una treintena de municipios, y perdió la banca que tenía en la Cámara de Diputados de la Nación. El partido apenas alcanzó el 8,59% de los votos, algo más de 17 mil sufragios, muy lejos del 44,5% del peronismo y del 43,56% de La Libertad Avanza.
La “ola violeta” arrasó en los principales centros urbanos: en Santa Rosa y General Pico el radicalismo apenas superó el 7,9%, y en Toay cayó al 7,3%. A su vez, la mayoría de los intendentes cumplieron con la lista encabezada por Federico Guidugli y se ubicaron por encima del promedio provincial, pero de todas maneras muy lejos de la expectativa inicial.
En estos comicios, los libertarios sellaron un acuerdo con el PRO, mientras que el radicalismo resolvió mantenerse al margen luego de un intenso debate interno. En esa discusión prevalecieron los sectores más críticos del mileísmo, que rechazaron tanto las políticas de ajuste del Gobierno nacional como las condiciones “humillantes” que LLA intentó imponer para integrar la lista.
La decisión, sin embargo, tuvo un alto costo: el partido quedó relegado y sin capacidad de romper la polarización. Federico Guidugli salió golpeado y se descuenta que no seguirá en el cargo de presidente del Comité Provincia (tiene mandato hasta el 30 de noviembre).
Todavía faltan dos años para la próxima elección ejecutiva, pero una de las preguntas que sobrevuela es cómo podrá UCR sentarse a negociar con LLA con solo ocho puntos en las urnas.
Por lo pronto, Adrián Ravier, el economista que resultó electo diputado nacional por La Libertad Avanza, comenzó a posicionarse como “candidato natural” a la gobernación en 2027. Desde la noche de los comicios envió señales de apertura. “Siempre está abierta la puerta al radicalismo… Lo dije durante toda la campaña. Espero que, si realmente hay una reconstrucción de la UCR, podamos recuperar el diálogo y pensar en una alianza más grande”, aseguró.
Dentro del radicalismo, no todos comparten ese entusiasmo. Las políticas de Javier Milei golpearon de lleno a los intendentes radicales, que hoy muestran fuertes resistencias a una convergencia con el espacio libertario.
Los resultados dejaron al descubierto dos fenómenos políticos. Por un lado, una migración del voto radical hacia posiciones más de derecha y extrema derecha, expresión de un voto decididamente antiperonista.
Otro de las dudas es el reposicionamiento de Martín Berhongaray, quien en 2023 había logrado una elección histórica frente al PJ y que en esta oportunidad prefirió mantenerse al margen, a la espera de su oportunidad. La incógnita que se abre ahora es si Berhongaray volverá a la escena para disputar el liderazgo opositor y enfrentar a Ravier en una eventual interna.
