El viernes arranca el ciclo de privatizaciones del gobierno nacional con la apertura de los sobres para la concesión de cuatro centrales hidroeléctricas en la zona del Comahue.
Sobre fin de noviembre hará lo propio con las rutas 12 y 14. En simultáneo o quizás un poco más tarde saldrían los pliegos para la licitación del ferrocarril Belgrano Cargas. Y a principios de diciembre arrancaría la de la hidrovía y una nueva tanda de rutas nacionales.
El raid vendedor seguirá en el inicio de 2026 con una nueva ronda de rutas nacionales, Transener y la culminación del proceso de la hidrovía.
En Casa Rosada apuestan a que podrán poner en venta también Agua y Saneamiento (Aysa), Nucleoeléctrica Argentina (NASA, gestiona las centrales nucleares) y el Correo Argentino el año que viene.
El gobierno nacional supone que las privatizaciones le arrimarán unos U$S 5.000 millones. Ese monto que ingresaría a las arcas del Tesoro permitiría cargar sobre las cuentas fiscales el pago de algunos de los vencimientos de deuda externa del año próximo sin contraer nuevos empréstitos o negociar un canje.
La Casa Rosada también quiere apurar las privatizaciones para sacarse de encima a las empresas con déficit operativo. Si bien la gestión del conjunto de las 32 empresas estatales arrojó un abultado superávit en el primer semestre de 2025, de poco más de $ 106 mil millones, Enarsa y Trenes Argentinos son de las que muestran los mayores números rojos.
En el gobierno especulan, además, con que el triunfo electoral de La Libertad Avanza en las elecciones les aumentó el precio a las empresas. Pretenden que se acrecentaron las posibilidades de una reelección de Javier Milei en 2027 y que ello otorga más seguridad jurídica y perspectiva a largo plazo, lo que debería redundar en un mejor precio.


