La tercera audiencia del juicio a Rolando Quiroga por el femicidio de su expareja, Paola Recuna, ocurrido en Toay el 16 de diciembre de 2023, dejó detalles espeluznantes de cómo el acusado mató a la mujer: peritos de la Agencia de Investigación Científica (AIC) revelaron que la agresión fue “breve”, que la víctima no pudo defenderse ni movilizarse y que murió con el picaporte de la puerta en su mano. Los alegatos se conocerán el lunes 17.
El primero en declarar fue el titular de la AIC Luciano Merini quien fue el encargado de coordinar el trabajo de campo y supervisar el secuestro de prendas y los exámenes de los dos detenidos iniciales, Quiroga y Juan Barrios. Este último era la pareja de Paola al momento del crimen.
Luego vino el testimonio de la licenciada en Criminalística, Jesica Sánchez Ormaechea, que coordina el Grupo de Abordaje de Hechos Complejos. Explicó ante el Tribunal que el cuerpo de Paola fue encontrado en el comedor, con el picaporte de la puerta en su mano, lo que indica que tuvo un intento desesperado por escapar del ataque. “La agresión fue breve y la víctima no tuvo posibilidad de movilizarse. Fue herida y se desplomó”, dijo.
También reveló que en las pericias hallaron huellas de pisadas de un pie pequeño en la sangre de la mujer, que corresponden al hijo menor, que presenció el crimen.
En la jornada del miércoles los hijos de Quiroga y Recuna declararon que su padre trataba mal a Paola, que era víctima de violencia de género, y que sabían que la historia iba a tener un desenlace trágico porque el acusado se los había dicho. A través de mensajes de whatsapp que Quiroga le enviaba a una de sus hijas le decía que iba a terminar matando a Recuna.
Quiroga es juzgado por el delito de homicidio agravado por la relación de pareja preexistente, alevosía y femicidio, en concurso real con amenazas y desobediencia judicial.
El femicidio ocurrió pasadas las 22 horas del viernes 15 de diciembre de 2023 en una casa de la calle Roque Sáenz Peña y pasaje Naicó, en Toay. Esa es la casa de Juan Manuel Barrios, quien era la pareja de Recuna al momento del femicidio.
Según la acusación fiscal, la mujer recibió dos puñaladas de Quiroga: una de frente y otra de espaldas. La puñalada mortal fue la de la espalda, ya que le atravesó el corazón.
El ataque fue observado por uno de los cincos hijos que tenían Quiroga y Recuna. También hubo otro testigo: un vecino, que declaró haber visto salir de la casa a Barrios.
Quiroga tenía una orden de restricción de acercamiento a su expareja, que desobedeció. Luego del crimen, se fue del lugar en bicicleta. Poco después fue capturado en su casa de la esquina de calles Alpataco y Algarrobo, en barrio Los Hornos, de Toay.
