La Confederación General del Trabajo (CGT) resolvió entrar en un período de receso hasta febrero, luego de que el Senado de la Nación postergara el tratamiento de la reforma laboral impulsada por el presidente Javier Milei. La central obrera atribuyó la demora en el debate legislativo a la presión ejercida sobre gobernadores y senadores, en un contexto de falta de consensos para avanzar con la iniciativa oficial.
Durante enero no habrá medidas de fuerza ni acciones de alto impacto. La conducción sindical mantendrá, no obstante, su estrategia de rechazo al proyecto en el plano político e institucional, mientras los equipos técnicos y jurídicos analizan el contenido de la propuesta que el Gobierno nacional prevé retomar a partir del 10 de febrero.
Desde la CGT reiteraron su rechazo al articulado y advirtieron que la reforma avanza sobre derechos laborales adquiridos y promueve un esquema que beneficia principalmente a los sectores empresariales de mayor poder económico. Sostuvieron que cualquier modificación del régimen laboral debe partir de un piso de derechos y fortalecer la negociación colectiva, sin retrocesos en las garantías vigentes.
En ese marco, la central obrera también descartó, por el momento, la convocatoria a un paro general. Dirigentes sindicales consideran que no están dadas las condiciones políticas y sociales para una medida de fuerza de alcance nacional y reconocen que parte de la base sindical aún mantiene expectativas favorables respecto del Gobierno.
La CGT continuará en estado de alerta y retomará la discusión interna sobre eventuales acciones cuando el proyecto vuelva a la agenda parlamentaria en febrero.
La CGT entra en receso hasta febrero mientras se posterga el debate por la reforma laboral
