La municipalidad de Toay aclaró este lunes que el escabeche contaminado con toxinas botulínicas que provocó la muerte de la artista y referente de los Derechos Humanos, Raquel Pumilla, no fue comercializado en el Paseo Ferial previo a la Navidad. Según precisaron, se trató de una transacción entre particulares, realizada en ámbitos domiciliarios privados.
Desde el Ejecutivo local expresaron su acompañamiento a las personas afectadas y remarcaron que el producto involucrado no formaba parte de la oferta de ninguno de los puestos habilitados en el tradicional espacio ferial de la localidad.
A través de un comunicado oficial, el Municipio señaló que “el hecho ocurrió en el marco de un evento de carácter particular y privado” y subrayó que “el producto involucrado no se vende ni se vendió en el Paseo Ferial, ni integra la oferta de ningún puesto habilitado”.
Controles municipales
En el mismo parte de prensa, la municipalidad de Toay sostuvo que se realizan de manera permanente controles y verificaciones bromatológicas en comercios debidamente habilitados, conforme a la normativa vigente.
También aclararon que el caso se encuentra bajo investigación judicial y que aguardarán el avance de las actuaciones para brindar mayores precisiones, “actuando con responsabilidad y respeto hacia las personas involucradas”.
Avance de la investigación judicial
En paralelo, la investigación judicial por la muerte de Pumilla avanza en la ciudad de Santa Rosa. En las últimas horas, la fiscala Cecilia Martini tomó declaración a personal de la Dirección de Epidemiología, al médico forense y a integrantes del área de Bromatología de la Provincia.
Fuentes judiciales confiaron a Diario Textual que en los próximos días podrían ser citadas la persona —o las personas— que elaboraron los escabeches contaminados bajo la marca Juli-Mar, un emprendimiento no habilitado. La posible imputación es por el delito de homicidio culposo.
El Instituto Malbrán confirmó que las muestras analizadas, tanto de los alimentos como de la paciente, contenían toxinas del botulismo. Pumilla falleció la semana pasada tras haber consumido el producto durante una cena en la que participaron unas ocho personas.
Otras víctimas y allanamiento
Además, la Justicia investiga otra muerte: la de la poeta y artista musical Hilda Alvarado, cuyos resultados periciales aún no son concluyentes. En tanto, este domingo fue hospitalizado con síntomas compatibles con botulismo el escritor y periodista Juan Carlos Pumilla, esposo de Raquel Pumilla, quien este lunes permanecía internado en terapia intensiva del Hospital René Favaloro.
Los tres habían consumido escabeches elaborados en una vivienda de Toay, que no contaba con autorización sanitaria. Por orden judicial, el domicilio fue allanado y el producto retirado para su análisis.
Figura penal en análisis
La lupa judicial está puesta sobre la persona que elaboró los escabeches, quien podría ser imputada por homicidio culposo, una figura que contempla la causación de la muerte sin intención, mediando imprudencia, negligencia o impericia, o por el incumplimiento de reglamentos y deberes de cuidado.
El Código Penal contempla, además, que la elaboración y comercialización de alimentos contaminados constituye un delito contra la salud pública, con penas que pueden agravarse cuando se producen muertes o lesiones graves.
Qué es el botulismo
El botulismo es una enfermedad poco frecuente pero grave, causada por una toxina producida por la bacteria Clostridium botulinum. Suele desarrollarse en alimentos mal conservados o elaborados sin condiciones sanitarias adecuadas. La toxina afecta el sistema nervioso y puede provocar parálisis muscular, insuficiencia respiratoria y la muerte en los casos más severos.
Llamado a la población
Desde el Ministerio de Salud reiteraron el pedido a la comunidad para que no consuma ni abra productos de la marca Juli-Mar. Quienes tengan frascos en su poder deben comunicarse de manera urgente con el Departamento de Bromatología, a través del WhatsApp 2954-594727, para su retiro seguro.


