Las mujeres que quedaron fuera de la adjudicación de las 1009 casas sociales en Santa Rosa continúan con su reclamo. Este jueves, por la mañana, tres de ellas decidieron encadenarse en las escaleras del segundo piso de Casa de Gobierno, en reclamo porque, sostuvieron, las autoridades del Instituto Provincial Autárquico de Viviendas (Ipav) no las reciben en audiencia. Dijeron que hay «unas 200» de las 1009 casas entregadas la semana pasada que están deshabitadas.
«Hay muchas denuncias por las casas entregadas, por irregularidades, y queremos una respuesta porque necesitamos la casa», dijo una de las manifestantes, Micaela Cuta, la mujer a la que su ex le quemó la casa de su madre, donde vivía, en la calle Pestalozzi.
También fueron a la Cámara de Diputados y pidieron una audiencia con el presidente del bloque del PJ Espartaco Marín, pero no las recibió. «Nos dijeron que tenemos que ir al Ipav», aseguraron.
Estas mujeres están manifestando desde que se conoció el listado de las adjudicaciones. Primero hicieron un acampe frente al Instituto Provincial Autárquico de Viviendas (Ipav) y posteriormente también manifestaron y acamparon frente a Casa de Gobierno.
El Ipav firmó un acuerdo y ubicó a algunas de las familias en esas casas, luego de que aceptaran impugnaciones. Otras -que se inscribieron luego de 2012, la fecha de «corte» establecida por el instituto para otorgar esas viviendas- se quedaron si nada.
Han realizado unas 125 denuncias por casas de otros barrios, entregados antes de 2014, que están deshabitadas. «Dicen que están revisando los casos, pero nosotros queremos que nos reciban en el Ipav para conocer si verificaron esas denuncias», dijo Cuta.
Además dio otro dato. «De las 1009 casas entregadas, hay unas 200 que no están siendo habitadas», según contó.
1009 casas: hubo 300 reclamos por roturas o arreglos, pero por cuestiones menores
