El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, reclamó este martes al Parlamento «no deje morir» el decreto que sancionó en mayo pasado y que flexibiliza la venta y el porte de armas, iniciativa que servirá para “proteger” la vida, según el mandatario.
“Es muy importante para la seguridad”, incluso de los propietarios rurales, que figuran entre muchos de los que podrían llevar armas si el Parlamento respalda esa medida, remarcó el mandatario.
En un acto en que el Gobierno de Brasil anunció una línea de créditos por casi 60.000 millones de dólares para financiar la actividad de pequeños, medios y grandes agricultores, y mientras el Senado discute el polémico decreto sobre armas, el mandatario destacó su decreto para «proteger» la vida, frente a una violencia que cada año causa cerca de 60.000 muertes en el país, argumentó.
La intención de Bolsonaro puede quedar en la nada esta misma semana, porque el Senado abre el debate sobre un proyecto de la Comisión de Constitución y Justicia que declaró “inconstitucional” el decreto.
Según esa comisión, el Gobierno no tiene potestad para decidir sobre una materia de esa naturaleza, que solo podría aprobarse en el Parlamento, lo que será analizado en primera instancia por el pleno del Senado y luego por la Cámara de Diputados, consignó la agencia EFE.