La provincia de La Pampa está impactada por un nuevo femicidio. Esta vez la víctima fatal fue Valeria Coggiola, una joven de 30 años de edad y madre de tres nenes. Fue asesinada a cuchillazos por Enzo Gauna, un changarín y boxeador de Catriló. Dos de los nenes estaban en un dormitorio contiguo, durmiendo.
Vale Coggiola escribió su último mensaje en Facebook el 23 de junio a las 23:20. “Nadie anda por la vida ileso, nadie anda por ahí siempre feliz, aunque haya aprendido a reírse de la vida», escribió. «Hay dos caminos, caretearla hasta que te duelan los dedos de agarrarte el corazón o mostrarse con el pie izquierdo sin deparar en apariencias”.
El brutal asesinato ocurrió en una vivienda ubicada sobre calle 106 entre 23 y 25, en el barrio El Molino. Allí vivía Valeria con sus tres nenes, de 13, 12 y 3 años.
De acuerdo a lo informado por fuentes policiales y judiciales, el hecho ocurrió alrededor de las 4 de este martes. En ese momento, en la casa estaban dos de los tres nenes.
Gauna había llegado a la vivienda de Coggiola alrededor de las 9 horas del lunes. Pasó todo el día y la madrugada en esa casa.
Según dijeron los investigadores, el crimen ocurrió alrededor de las 4 de la madrugada. “El asesinato fue cometido mientras los nenes dormían. El femicida se retiró a las 5 horas y el cuerpo fue encontrado alrededor de las 8 de la mañana”, dijo el fiscal Armando Agüero a Diario Textual.
El cuchillo fue hallado en la escena del crimen. “Es una cuchilla tipo carnicero”, contó el fiscal. “Murió por las múltiples heridas”, dijo.
Gauna escapó a Catriló. Se fue en moto rumbo a la terminal de Pico y de ahí abordó un remís rumbo a Quemú Quemú. Luego de llegar a esa localidad lo esperaba otro vehículo para trasladarlo hacia Catriló. Allí, al llegar ensangrentado, confesó el crimen a un familiar. “El homicida tendría su domicilio fijado en la localidad de Catriló y que una vez concretado el horrendo crimen, se habría ido por sus propios medios hacia la vecina localidad, a la casa de un familiar donde confesó el crimen”, contó Agüero. El familiar lo denunció alrededor de las 7 horas.
Las autoridades, alertadas desde la comisaría de Catriló, concurrieron a la casa del barrio El Molino. Allí se encontraron con la mujer ya muerta. «Mientras esperábamos por entrar, desde la vereda escuchamos el ruido de menores. Eran sus hijos, apenas ingresamos los retiramos del lugar», confirmó Agüero.
