«Yo no puedo pagar más el alquiler». Lo dijo María, una de las mujeres que tomó un terreno, y lo repitieron otras tantas personas que llegaron hoy al asentamiento El Nuevo Salitral, en el sector noroeste de la ciudad de Santa Rosa. El intendente Leandro Altolaguirre, en tanto, manifestó que entiende la problemática, advirtió que esa zona se inunda y anunció que tendrá que pedir a la Justicia que los desalojen.
Este lunes, al mediodía, hubo una olla popular organizada por el Movimiento Evita, acompañada por otras organizaciones políticas y sociales, para respaldar el reclamo de tierras y casas.
Allí se dijo que ya hay unas 50 familias que reclaman terrenos. Incluso varias de ellas llegaron hoy mismo: colocaron postes, tiraron alambres y, con palas o fuego, limpiaron y reclamaron su porción de tierra.
El Nuevo Salitral es un asentamiento ubicado en la manzana delimitada por las calles Duval, Nequén y Niñas de Ayohuma, a unos 300 metros del Megaestadio. Comenzaron a instalarse hace un mes, pero en los últimos días llegó un aluvión de familias.
El intendente Leandro Altolaguirre anticipó este lunes que buscarán el desalojo del asentamiento. “Se está analizando proceder legalmente, previamente invitando a retirarse. Sabemos las necesidades que tienen, pero lo que realizaron los va a perjudicar tanto para la posibilidad de acceder a una vivienda por el IPAV o por las áreas de Desarrollo Social”, dijo el jefe comunal a Radio Kermés.
-¿Les van a pedir que se vayan?
-Exacto. Porque además hay otro problema: esos terrenos son inundables. Es una zona que hay partes privadas y partes que son públicas. El municipio fue comprando con el fin de evitar asentamientos de población por las caracterísitcas que tiene. Son zonas inundables donde no podés hacer un pozo ciego o una red de agua porque tenés la napa ahí.
-¿Van a ir a la Justicia?
-Lo primero es tratar de evitar lo judicial invitándolos a retirarse. Uno entiende los problemas y la necesidad de tener un hogar. Pero el lugar que ocupan va más allá de esa situación de necesidad. No es un lugar para ir a vivir. Además de no ser de ellos, no es seguro.