Trabajadores del Senasa y de la Subsecretaría de Agricultura Familiar resolvieron hoy en asamblea un paro de 48 horas en las oficinas locales y en los frigoríficos en reclamo de la urgente reincorporación de los ocho despedidos de ambos organismos. «Estamos de luto, muertos en vida», dijo una de las cesanteadas, Ana Lis Amigo.
Hasta el momento han recibido el telegrama de despido cuatro trabajadores de Agricultura Familiar y cuatro del Senasa. En su mayoría son empleados de muchos años, incluso a una mujer le faltaban dos años para jubilarse. Otra de las despedidas es una paciente oncológica.
El ajuste implementado por el ministro de Agroindustria de Mauricio Macri, Luis Etchevehere, no tuvo contemplaciones con estas situaciones: mediante una planilla de Excel envió un listado con los contratados y planta permanente que iban a ser despedidos.
Por eso, los trabajadores, amparados por el gremio ATE y con el apoyo de otros sindicatos y agrupaciones sociales y políticas, lanzaron medidas de fuerza.
«Es un luto el que sentimos, estamos muertos en vida, nos estamos quedando sin trabajo. Hacía seis años que trabajaba en Senasa, estaba en la parte contable, estudié Tecnicatura en Empresas, siempre vine a horario, incluso he venido los sábados e hice otras tareas que no me correspondían, como las declaraciones juradas. Yo siempre estuve, y ahora me hacen esto», dijo entre lágrimas Ana Lis Amigo.
«El año pasado me llenaron de mails para que saque un crédito en el Banco Nación, lo saqué con mi sueldo y ahora me quedo sin trabajo. ¿Cómo voy a pagar?. En teoría dicen que me sacaron por una prueba de idoneidad que nunca vi. Es una vergüenza. Yo vengo y laburo todos los días. Ponen en una bolsa papelitos y sacan para echar. Es una ruleta rusa», dijo.
«Ganaba 14.500 pesos y estaba mandando curriculums para trabajar a la tarde también, y ahora qué hago. No hay trabajo en Santa Rosa, no hay fábricas, están echando», agregó.
Otra de las despedidas tiene 58 años y le faltaba dos años para jubilarse. «Le puede tocar a cualquiera. Me duele porque cumplí con el trabajo 12 años. Hace tres años que rendí para planta permanente y saqué 98 puntos. Supuestamente ya tendría que haber entrado», contó.
Patricio, otro de los despedidos, hace seis años que trabajaba en Senasa. «Me mandaron una planilla con los nombres nuestros. No midieron nada. Es feo para cualquiera. Es una locura lo que está pasando», sostuvo.
