La cadena de supermercados La Anónima, perteneciente a la familia Braun, cerró en junio pasado el peor ejercicio económico en su historia con pérdidas de $846,5 millones, según informó a la Comisión Nacional de Valores.
La firma Importadora y Exportadora de la Patagonia, famosa por su cadena de supermercados, tuvo ingresos por ventas de $63.210 millones, lo que representa una caída del 3,7% nominal frente a una inflación que fue del orden del 45% en el promedio mensual, que atribuyó a «la baja general en el nivel de actividad económica».
Ya en mayo del año pasado, Federico Braun, tío del entonces funcionario nacional y director de La Anónima, Miguel Braun, se había distanciado políticamente de su sobrino: «Lo peor que pude hacer es que sea secretario de Comercio porque nunca nos fue peor en la historia de la compañía salvo 2002», había dicho a Radio Con Vos en relación al ejercicio 2017-2018.
En aquel período las utilidades de su empresa habían caído un 65% «y lo poco que estamos ganando es porque mejoró la actividad de nuestros frigoríficos por la exportación de carne», había asegurado.
Con el balance de 2018-2019, los resultados fueron aún peores: la compañía registró una caída adicional del 8% en sus ingresos por los supermercados ($55.700 millones, frente a los $60.500 millones del año pasado), lo que significa una caída en términos reales de prácticamente el 37%.
Por el rubro inmobiliario, el grupo empresario registró una baja del 21% en sus ingresos y por el rubro financiero -esencialmente la tarjeta de crédito del supermercado La Anónima- logró sostener sus ingresos en términos nominales en torno a los $1.000 millones.
El holding solo obtuvo resultados positivos por la actividad frigorífica, con ingresos de $6.390 millones, un 57% más que el año pasado, gracias a haberse quedado con la amplia mayoría de la cuota Hilton para exportar carne refrigerada a la Unión Europea.