Por la caída del consumo y la recesión económica, en los últimos doce meses cerraron más de 1.300 panaderías en la Argentina y se perdieron 80 mil puestos de trabajo, según reveló el presidente de la Asociación de Industriales Panaderos y Afines de Rosario, Gerardo Di Cosco.
«Tenemos un nivel de caída en las ventas del 35 a 40 por ciento en lo que va del año. En los últimos doce meses cerraron 1.365 panaderías y perdimos 80 mil puestos de trabajo formales», dijo el dirigente.
La Federación Argentina de Industrias de Pan (Faipa) este año decretó la emergencia nacional luego de que 1.000 comercios bajaran sus persianas en el 2018.
«Se tienen que pesificar las tarifas y desenganchar el precio del pan del valor internacional de las materias primas», dijo Di Cosco al diario económico BAE.
Desde Faipa dejaron en claro que la comercialización del pan no cayó ostensiblemente porque «se da el fenómeno de que panadería que cierra, sigue trabajando a persiana baja con lo que la informalidad es un nuevo enemigo para el sector ya tan golpeado».
El presidente de Faipa, Miguel Di Betta, explicó: «Es difícil poder llevar un producto de primera necesidad a la mesa de los argentinos por el tema de precios de las materias primas. Hoy se están viendo el hambre y la pobreza».