Este lunes, en el Día de la Reafirmación los Derechos Pampeanos sobre la Cuenca Interprovincial del Río Atuel, la Escuela 201 de Santa Rosa llevó adelante una jornada de reclamo por el río robado. Los estudiantes, los docentes y las autoridades provinciales se unieron en un pedido: que la Corte Suprema de la Justicia de la Nación se expida antes de fin de año y establezca un caudal que debe correr en el oeste pampeano.
La actividad comenzó a las 8 de la mañana. Entre otras actividades, interpretaron la» Zamba del Río Robado»; una murga salió a la calle para sumar a vecinos al reclamo; un grupo de ranqueles reclamó para que «vuelva a correr libremente» el río; presentaron temas del Cancionero 2.0; se representó el «Cuento que suena a Río», con narración de Patricia Lobos; hubo un espectáculo musical de La Engualichada Pampa; se presentó la maqueta «Explicación de la realidad del Atuel»; cantaron Nieves Cabral, Sebastián Facca y Los Caldenes; y finalmente se desarrolló una suelta de palomas.
Luján Mazzucco, directora de la Escuela 201, fue la anfitriona. En el acto estuvieron, entre otros, el secretario de Recursos Hídricos de La Pampa, Javier Schlegel; los diputados nacionales Daniel Kroneberger, Ariel Rauschenberger y Melina Delú; Juan Francisco Romano, director de Gobierno, Relaciones Institucionales y Comisiones Vecinales de la Municipalidad de Santa Rosa; y Abel Cuenya, de la Fundación Chadileuvú.
Mazzucco, en su discurso, recordó que esta actividad se viene repitiendo todos los años desde 2014. Y bregó para que en 2020 puedan llegar todas las escuelas de la ciudad a la 201 para hacer un multitudinario reclamo. «Sería importante para que el reclamo llegue a Mendoza», dijo.
Schelgel, por su parte, sostuvo que actualmente el Atuel ingresa con un caudal de 1,5 m3/s. «Pero es agua de reuso. El agua del Atuel está embalsada en Los Nihuiles. Esperamos que antes de fin de año la Corte establezca un caudal, como venimos reclamando», sostuvo en diálogo con Diario Textual. «Nos merecemos otro Atuel», dijo.
Mendoza viene cortando el río desde hace unos 70 años para regar sus producciones, principalmente de vinos.
En La Pampa, a raíz de ese corte, se desertificaron miles de hectáreas y decenas de personas tuvieron que migrar a otros lugares.
En diciembre de 2017, luego de una nueva presentación pampeana, la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) estableció que el río era interprovincial y que tanto La Pampa como la provincia cuyana debían ponerse de acuerdo en establecer un caudal para empezar a recomponer el ambiente en el oeste.
Luego de un año de encuentros, no lograron consensuar. ¿Qué propuso Mendoza? Hacer 23 perforaciones para destinar a su propio riego para, de esa manera, “liberar” 1 m3/seg para La Pampa. Sin embargo está lejos de la pretensión de nuestra provincia que reclama al menos 4,5 m3/seg. Ahora es la CSJN la que debe definir el caudal.