El comisario de la Seccional Segunda, Alejandro Muñoz, dio a Diario Textual la versión policial de lo que sucedió el domingo cerca de la medianoche en el Hospital Lucio Molas cuando la joven Nadia Lucero llegó gravemente herida por los golpes de su pareja, Laureano González, actualmente prófugo.
«González llegó a las 23.45 del domingo al hospital en su auto con la joven herida. Entró adonde paran las ambulancias y los taxis. Se bajó y le dijo al policía de guardia que había encontrado a una chica tirada en la calle. El policía fue a buscar una silla de ruedas para trasladarla y cuando volvió las enfermeras ya la habían llevado en camilla. González ya estaba arriba del auto yéndose», relató Muñoz.
La versión policial difiere de la que dio el padre de la joven, Jorge Lucero, quien aseguró que González ingresó con su hija inconsciente, la dejó sobre una camilla y se fue sin que nadie le pregunte nada. Desde entonces no han podido dar con su paradero para detenerlo.
La pregunta que se hace la familia de Nadia es por qué el policía, al verla inconsciente y gravemente herida, no atinó al menos a preguntarle a González qué había sucedido. Tampoco comprenden cómo no avisó inmediatamente la situación para impedir que se fugara. «El agresor de mi hija entró, la dejó en una camilla y se fue. ¿Por qué no lo detuvieron ahí?», se preguntó Jorge.