«A la Iglesia Católica le entregué mis mejores años, mis mejores sonrisas, tiempo y vida. Y me destruyeron. Hoy me voy reconstruyendo como puedo. Cuando le pedí ayuda al obispo, me dio la espalda. Cuando le escribí a los fieles, me trataron de loco y de enfermo«. Lo dijo Vicente Suárez Wollert, un exaspirante a sacerdote que a fines del año pasado denunció penalmente al monje José Miguel Padilla de haberlo abusado -principalmente a través de tocamientos- y acosado sexualmente en el convento de Intendente Alvear.
«¿Sabés que es lo más paradójico de todo? Las feminazis, las aborteras, los putos y las tortas, como dicen los católicos, son las que estuvieron ayudándome y dándome mucho amor, que a los santos les falta y los pecadores les sobra», lanzó.
«Por algo -agregó, por las redes sociales- Jesús decía que los publicanos y las prostitutas llegan antes al reino de Dios. Porque conocen de ese amor herido, de ese amor humillado, que supo sanar sus cicatrices y ayudar a que otros sanen también, sin juzgar. Sin tratarte de loco, sin defender al mas fuerte».
El joven es oriundo de Santa Elena (Entre Ríos): dijo que los acosos y abusos ocurrieron hace unos tres años, cuando aspiraba a convertirse en monje en Alvear.
El cura, por lo pronto, ya está imputado: la Justicia lo acusó del delito de abuso sexual agravado por el carácter de ministro de culto.
Padilla, quien negó terminantemente las acusaciones, renunció al cargo de rector del Instituto Nuestra Señora de Luján y, paralelamente, se tomó licencia en su oficio pastoral en la iglesia y en el convento de Intendente Alvear.
Este cura fue capellán del ejército en el GADA 141 de San Luis. Participó de los levantamientos contra el presidente Raúl Alfonsín en abril de 1987 y enero de 1988: bendijo las armas de los militares sublevados.
En 1996, Padilla fundó la fraternidad de Belén, una asociación que tiene cuatro conventos, tres en La Pampa (el de Intendente Alvear, otro en la María Madre de la Iglesia de Ingeniero Luiggi y otro en la Parroquia Nuestra Señora de Belén en General San Martín) y el convento San Antonio y Parroquia del Santísimo Rosario en El Dique, La Plata (calle 124).