El gobierno chino decidió este lunes prohibir “completamente” y de forma inmediata el comercio y el consumo de animales salvajes, un práctica señalada por su presunto rol clave en la propagación del nuevo coronavirus.
Anteriormente se han establecido prohibiciones temporales, incluso después de que el virus del SARS (siglas en inglés de Síndrome Respiratorio Agudo Severo) matara a cientos de personas en China y Hong Kong en 2002-03 y también se lo rastreara hasta el consumo de animales salvajes. Sin embargo, esa prohibición fue de corta duración y los conservacionistas han acusado durante mucho tiempo a China de tolerar un comercio cruel de animales salvajes como elementos exóticos del menú o para su uso en medicinas tradicionales cuya eficacia no está confirmada por la ciencia.
El virus, que se sospecha cruzó de animales a humanos en un mercado en Wuhan que era famoso por la oferta clandestina de carnes exóticas y animales vivos, ya provocó la muerte de más de 2.500 personas en China, y se ha manifestado en diversos rincones del mundo.
El pangolín, un pequeño mamífero conocido por sus escamas y amenazado de extinción, podría ser un animal clave en la transmisión al hombre de la nueva cepa. Investigadores de la universidad de Agricultura del sur de China identificaron a esta especie como un posible “huésped intermedio” que facilitó la transmisión del virus, dijo la universidad en un comunicado, sin dar más detalles.