El Casino Club y el Hotel Mercure no solo no cumplieron durante la madrugada de este sábado con la prohibición de realizar eventos masivos, con el fin de evitar la propagación del coronavirus, como publicó Diario Textual. También la casa de juego, según dijeron clientes, instaló una suerte de «garito» en el hotel para que concurrieron apostadores cuando cerró sus puertas, obligada por la intendencia, la casa de juegos. Y otra irregularidad: el torneo de póker que organizaron en el Mercure no tenía habilitación de la municipalidad, según informó esta tarde la comuna.
Por lo pronto, desde la intendencia no confirmaron ni desmintieron que vayan a aplicar multas y, eventualmente, la clausura del hotel. Pero es una posibilidad. También se discutía esta tarde, internamente, si impulsaban una demanda penal.
En tanto, la Fiscalía General de la I Circunscripción Judicial aún no actuó de oficio, pese a que podría acusar a las autoridades del hotel por el artículo 205 del Código Penal. Este artículo se relaciona directamente con la violación de medidas contra epidemias, y estipula una pena de prisión de seis meses a dos años para las personas que vulneren cualquier medida sanitaria dispuesta por la autoridad competente, destinada a impedir la introducción o propagación de una epidemia.
En la madrugada de este sábado 14 el Hotel Mercure, junto a su empresa controlante Casino Club, violaron la prohibición dictada por la intendencia de Santa Rosa para prevenir la propagación del coronavirus y continuaron con el torneo patagónico de póker que reunió a unos 300 jugadores.
Incluso en el hotel, ante la clausura del casino, abrieron mesas de blackjack, póker y ruleta, según dijeron clientes. «Hubo gente del casino que, ante la clausura, fueron a jugar al hotel a la ruleta», aseguraron. Fueron dos mesas de ruleta, una de blackjack y una de póker caribeño.
Finalmente, en la tarde de este sábado las autoridades decidieron acatar la medida: anunciaron que el torneo fue suspendido. Lo hicieron minutos antes de que llegaran inspectores, a las 14.55, que los conminaron a suspender el torneo de póker.
El torneo -en el que se desembolsaba una inscripción por jugador de 15 mil pesos– había empezado el viernes y prosiguió el sábado por la madrugada en el Hotel Mercure, con crupiers e inspectores del casino.
Todo, pese a que a la medianoche deberían haber cerrado esa sala de juegos, como dispuso el intendente Luciano di Nápoli. La regulación impuso el cierre del casino, de los boliches bailables y de las fiestas públicas o privadas. Para bares, restaurantes y pubs estableció que pueden abrir al 50% de su capacidad.
Sin embargo, este sábado por la tarde se supo otro dato no menor: en el hotel no se pueden realizar eventos de juegos. “La habilitación otorgada a Casino Club S.A. conforme Disposición N ° 1123-2019 de fecha 26-09-2019 no incluye sala de juegos, sino hotel. Anexo: Restaurante, Spa y Salón deFiestas», avisó en la intimación de la intendencia. Es decir, independientemente de la medida tomada por el coronavirus, el torneo de póker nunca podría haberse desarrollado en el Mercure.
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