Arrufat Vivise, una empresa recuperada que fabrica chocolates, continúa golpeada por los fuertes aumentos de las tarifas. “Se nos está complicando seguir, porque incluso casi no nos llevamos un mango a casa”, dijeron desde la cooperativa de trabajadores a Radio Textual (FM Sonar).
La fábrica de chocolate del barrio porteño de Villa Crespo, fundada en 1931, había cerrado en 2009. Pero la reabrieron y recuperaron sus empleados, que decidieron formar una cooperativa de trabajo. «No cobrábamos y nos habían cortado la luz. Nos prestó luz una vecina», recordó ahora Adrián Serrano, secretario general del consejo de administración de la cooperativa.
La situación volvió a complicarse en los últimos meses. Dijo que los aumentos son brutales: en 2015 les llegaban facturas de electricidad por 7 mil pesos y ahora llegan hasta 80 mil pesos. «La última fue de 77 mil», dijo.
“Juntamos para pagar las facturas y los insumos. Y a veces tenemos que hacer malabares para poder llevar un mango a casa”, dijo en Radio Textual (FM Sonar).
“Trabajamos con chocolate y hoy la prioridad de la gente es, tal vez comprar un kilo de pan, y no compararse un chocolate”, manifestó. “Además, trabajamos con productos importados, por lo que el aumento del dólar nos impacta fuertemente”.
“En 2015 prendíamos la caldera dos veces por semana. Y cuanto más, pagábamos 1200 pesos de gas y ahora, sin prender la caldera, estamos pagando 4 mil. La última boleta la pagamos 7200 pesos. Si llegamos a usar la caldera dos veces por semana, nos va a llegar una factura arriba de 10 mil pesos”, estimó.
En 2009, cuando la empresa quebró, eran 34 empleados. Ahora son 17. “Se formó la cooperativa, pero igual se fueron yendo los más jóvenes, porque la situación era muy difícil y no nos llevábamos un mango”, dijo.
Hace dos meses la cooperativa acaparó la atención de toda la prensa: vendió -en plena Semana Santa- huevos de Pascua a mitad de precio para poder pagar los 86.000 pesos de luz que le había llegado en la última factura. “La respuesta de la gente fue algo impresionante. Llegamos a pensar que no íbamos a poder cumplir con los pedidos…. La gente es muy solidaria. Llegamos a tener una cuadra y media para comprar un huevito. Estamos muy agradecido a los medios y a la gente”, dijo.