El costo de los insumos dolarizados y los tarifazos pusieron contra las cuerdas a los tamberos pampeanos. «Estamos en una situación muy crítica», dijo a Diario Textual Lucio De la Barrera, tambero de Quemú Quemú. El maíz, componente fundamental en la producción lechera, cuesta 4 mil pesos la tonelada. «Es prohibitivo para nosotros. El costo nos está matando. Dejé de comprarlo para no fundirme», dijo el productor.
La situación de los tamberos es similar a la que atraviesan los productores de cerdos y pollos que, tal como reveló días atrás Diario Textual- no pueden afrontar la compra de maíz para alimentar a sus planteles.
«La situación está jodida. Si bien nos están empezando a aumentar de a poco la leche, el resto de las cosas aumentan de a montones. Los insumos los tenemos a valor dólar y al contado, pero nosotros cobramos la leche a los 30 días», dijo De la Barrera.
«Con este panorama se siguen cerrando tambos. Y le voy a dar un dato que corrobora lo que digo: antes, el que nos vende productos de limpieza, que es de Lobos, venía una vez por mes, y ahora viene cada dos meses. Es una muestra de que hay menos establecimientos lecheros», aseguró.
Lo que más desestabiliza a los tambos es el costo de la alimentación de las vacas. «Ahora estoy comprando alimento balanceado, pellets de soja y girasol, que se cotizan en dólares y al valor del día. Hace un mes tuve que dejar de comprar maíz porque me estaba matando el precio, que va de 3.700 a 4 mil pesos la tonelada. Si seguía comprándolo, me fundía», admitió.
«Soy consciente que perdí unos cuantos litros de leche al no alimentar con maíz, pero realmente el valor que tiene es prohibitivo», sostuvo.
De la Barrera dijo que actualmente las industrias lácteas están pagándoles a los tamberos 5,87 pesos el litro de leche. «Nos prometieron subir el mes que viene un 4%, con lo cual se iría a 6,10 el litro», se esperanzó.
«El problema es que la plata no es de los tamberos, que nos llevamos monedas. Tampoco de la industria, que anda a los tumbos. El único que gana acá es el supermercadismo», afirmó.
A este difícil panorama de los tamberos se le suman los tarifazos. «La última boleta de luz pagué 21.038,46 pesos y de gas 10.000 pesos», lamentó.
«La situación es muy crítica. Encima. la cámara que nos nucleaba está acéfala y no tenemos protección», finalizó.
