“Tuve el privilegio de ser el editor del poeta Edgar Morisoli durante los últimos 27 años, a través de mi sello Ediciones Pitanguá, que fundé precisamente con la edición del volumen múltiple de poesías titulado ‘Obra Callada’, en 1993, conjunto de seis libros con que Morisoli volvió a publicar luego muchos años de silencio, atravesados por la oscura etapa de la dictadura instaurada en 1976”, dijo Rubén “Cacho” Evangelista, como primer párrafo de recuerdo de su acompañamiento, como profesional y amigo, a nuestro poeta don Edgar Morisoli.
Y agregó: “Fueron para mí muchos años de aprendizaje junto a él, en lo humano y en lo creativo literario, porque fue maestro de vida que con generosidad transfería a todos su extendido saber, su inmensa sabiduría que esparcía con la mayor humildad imaginable”.
Para el fundador del sello editorial Pitanguá, la casa familiar de Morisoli, era un bullir de ideas y pensamientos: “Antes junto a su esposa Margarita Monges, pero siempre con la presencia de artistas de la literatura, la plástica o la música y el canto, expresiones que rodeaban y se sumaban sistemáticamente a sus producciones literarias, y no sólo para estar presentes en sus libros, sino a través de ellos en la vida cotidiana de la gente, que leía sus poemas, disfrutaba de las obras plásticas que los ilustraban y se deleitaban con las canciones que nacían de la alianza de sus palabras escritas con los diversos y numerosos compositores y cantantes que las interpretaban musical y vocalmente”.

Rubén «Cacho» Evangelista, editor de la obra de Edgar Morisoli.
“Tuve la oportunidad de compartir muchas veces momentos de elocuente felicidad familiar con Edgar, Margarita y sus hijos Juan Pablo y Moira Morisoli, porque era un hogar de puertas y corazones abiertos, de intenso calor humano que se palpaba en la conversación común, casi siempre en torno al mate, infaltable protagonista de la vida en común, que se hacía generosamente extensible a quienes los visitábamos”.
“Cacho” Evangelista también adelantó la tarea que dejó el poeta pampeano: “La partida de Edgar Morisoli nos sorprende en la plenitud de nuevos trabajos y proyectos editoriales en marcha. Como cada año estaba prevista la presentación en noviembre, de un nuevo libro, al que llamó ‘Cantares y decires de la gran aventura’, un concepto que aludía metafóricamente al transitar del ser humano por la vida, e inspirado una vez más en la mirada y percepción de Edgar de ese transcurrir, en sus hijos Moira y Juan Pablo”.
Otra iniciativa editorial avanzada, consistía en reeditar parte de la obra agotada, una idea generada desde la Secretaría de Cultura del Gobierno de La Pampa y que ya había sido comunicada formalmente al poeta a principios de este año 2020.
“Con Edgar Morisoli ha partido un gran hombre y un inmenso poeta, un ser humano único e insustituible, a quien llevaremos constantemente como principal guía en nuestra memoria. Permanecerá por siempre en nuestros corazones”, finalizó Evangelista.