Juan Martín del Potro vive un magnífico momento: en un partido titánico, y luego de casi tres horas de batalla en el court central de Key Biscayne, le ganó al canadiense Milos Raonic por 5-7, 7-6 (7-1) y 7-6 (7-3) y se clasificó a las semifinales del Masters 1000 de Miami , etapa en la que se enfrentará el viernes con el estadounidense John Isner.
De este modo, Del Potro llegó a los 15 triunfos consecutivos, en una racha que incluyó las conquistas de los torneos de Acapulco e Indian Wells. Además, continúa con posibilidades de subir más posiciones en el ranking. En este momento, el argentino se ubica 6°, pero si llega a la final puede asegurarse un ascenso: en ese caso, será el número 3 si es campeón, pero también puede ubicarse cuarto (si pierde la final con Coric, Carreño Busta o Anderson) o quinto, si pierde el partido decisivo contra Alexander Zverev.
«Fue un partido agotador, física y mentalmente”, dijo Del Potro. “Usé toda la energía que me quedaba. Tengo dolores por todos lados. Físicamente estoy al límite, espero sentirme mejor mañana. Dejé todo lo que tenía. No está bueno sufrir tanto para ganar un partido, pero hay que estar predispuesto. Fue una linda noche de tenis. Es muy lindo jugar con esta gente».
«Raonic jugó mejor que en (la semifinal de) Indian Wells. Mi mejor virtud fue no bajar los brazos, tuve que sufrir hasta el último tie-break, pero pude darlo vuelta. El público influyó mucho; por ahí en otro momento bajaba los brazos, pero jugar acá fue emocionante», destacó Del Potro, alentado por el público latino -con muchos argentinos que se hicieron sentir- en la noche de Miami.
