El presidente estadounidense Donald Trump y su par norcoreano Kim Jong Un protagonizaron una cumbre histórica en Singapur para la desnuclearización de la península coreana.
Trump y Kim Jong-un se dieron un apretón de manos al inicio este martes de su histórica cumbre en Singapur, la primera de la historia entre los dos países.
Los dos hombres, de recorrido y estilos radicalmente distintos y con más de 30 años de diferencia, se estrecharon la mano durante varios segundos y se dijeron unas palabras, con el semblante serio, ante una fila de banderas de sus países respectivos, en un hotel de lujo de la isla de Sentosa, en Singapur. Posteriormente firmaron una declaración conjunta.
El mandatario norteamericano declaró haber establecido «un vínculo especial» con el líder norcoreano, con el que firmó un documento conjunto. Kim consideró, por su parte, que «pasaron página del pasado».
La reunión fue «realmente fantástica» y trajo «muchos progresos» en palabras del presidente estadounidense: fue «mejor de lo que nadie había esperado», dijo Trump, que habló de «muchos progresos» en las conversaciones con Kim, al tiempo que invitó al norcoreano a visitar la Casa Blanca. «Vamos a reunirnos con frecuencia», declaró Trump luego de la firma de un documento conjunto.
Trump expresó que el documento recién firmado era «muy detallado» y aseguró que estaba desarrollando «un vínculo muy especial» con Kim. «Vamos a ocuparnos de un problema muy grande y muy peligroso para el mundo», recalcó Trump.
La declaración conjunta señaló que Washington se comprometió a proporcionar «garantías de seguridad» a Pyongyang. El documento firmado al final del histórico encuentro de los dos dirigentes en Singapur el martes dice también que Kim «reafirmó su compromiso firme e inquebrantable para completar la desnuclearización de la Península de Corea».
El presidente Trump dijo, posteriormente, que EEUU suspenderá ejercicios militares en la península de Corea si las negociaciones siguen avanzando.