Sabía que su hija, desde los cinco o seis años, era manoseada por su novio. Pero no hizo la denuncia policial. Ahora, ante un juez, lo admitió.
Hoy el juez de audiencia santarroseño Carlos Alberto Besi condenó a un hombre de 36 años a la pena de tres años de prisión de cumplimiento efectivo por haber abusado sexualmente, con tocamientos, a una niña. La madre de la pequeña también fue condenada, pero a tres años de prisión en suspenso: conocía el caso pero no lo había denunciado. El magistrado ordenó evaluar si corresponde o no revincular a la niña con su madre.
El hombre fue condenado por el delito de abuso sexual simple agravado por la situación de convivencia preexistente con una menor de 18 años como delito continuado. La madre, de 35 años, fue imputada en carácter de partícipe primaria del delito.
El conflicto penal se resolvió por la vía de un juicio abreviado propuesto por el fiscal Andrés Eduardo Torino, el defensor particular Carlos Pérez Funes y los dos imputados, quienes admitieron su culpabilidad.
Con las pruebas reunidas por el Ministerio Público Fiscal se acreditó que el hombre, de profesión constructor, efectuó “múltiples oportunidades” tocamientos a la menor, hija de su pareja conviviente, y que ello ocurrió en el domicilio materno desde que la víctima tenía 5 o 6 años hasta el año pasado. «La madre de la niña, pareja del acusado, tuvo conocimiento de los hechos y no hizo la correspondiente denuncia”, dijo el juez en el fallo.
A su vez, la imputada deberá cumplir con las siguientes pautas de conducta durante dos años: fijar residencia, someterse al contralor del Ente de Políticas Socializadoras y realizar un tratamiento psicológico.
Besi, por último, libró un oficio a la Dirección de Prevención y Asistencia a la Violencia Familiar, “a fin de que se brinde un tratamiento interdisciplinario” a ella, “con el fin de evaluar la posibilidad o no de la revinculación materno-filial, con especial atención al interés superior de la niña”.
