Desde temprano en Santa Rosa los católicos se acercaron a la capilla San Cayetano a agradecerle y a pedirle pan y trabajo al santo. Por la tarde, desde las 16, hubo una procesión.
Este año el cura de la capilla, David Aguirre, pidió a los fieles que en lugar de velas lleven un alimento no perecedero para entregar a las familias que tienen necesidades alimentarias. Por eso, debajo de la imagen de San Cayetano Cáritas colocó una canasta donde recolecta las donaciones de la gente.
El origen de esta celebración se remonta al 7 de agosto de 1547, el día de la muerte de San Cayetano. El presbítero italiano nació en el seno de una familia acomodada, pero desde joven se dedicó a ayudar a las personas más necesitadas y, sobre todo, se destacó por su manera austera de vivir.