Integrantes de la comunidad ranquel de la provincia de La Pampa participaron del XXII Encuentro Nacional de Pueblos Indígenas, que tuvo lugar en Tucumán, y visitaron los ingenios azucareros donde, luego de la llamada Conquista del Desierto, hace 140 años, fueron trasladados compulsivamente y esclavizados unos 2500 de sus ancestros.
Según dijeron a Diario Textual, viajaron al encuentro en la ciudad de Villa Alberdi el presidente del Consejo de Lonkos, Pedro Coria, y representantes de unas siete comunidades ranqueles pampeanas. Allí hubo integrantes de las naciones diaguita, tolombon, qom, guaraní, rankel, coya, wichí, toba, quilmes, mapuche, entre otras, para tratar el proyecto de ley sobre propiedad comunitaria.
En los diversos talleres se hizo hincapié en la triste realidad de los pueblos originarios en la actualidad y la lucha que se viene de cara al futuro, dijo Coria, al ser consultado por Diario Textual.
Posteriormente visitaron dos localidades: San Pablo y Bella Vista. “Esas localidades se fundaron porque allí había ingenios azucareros. Allí, hace 140 años, unos 2500 hermanos fueron trasladados, confinados y esclavizados”, recordó Coria.
Esos ranqueles vivían, principalmente, en la actual provincia de La Pampa. Su capital era Leuvucó, en cercanías de Victorica.
El ulmanato ranquel fue una confederación de pueblos indígenas. Desde las últimas décadas del siglo XVIII hasta 1879 mantuvieron su independencia de facto respecto del poder colonial español, y de su estado sucesor argentino, bajo el mando unificado de los úlmenes (o lonco che).
Con la llamada Conquista del Desierto, iniciada por Julio Argentino Roca, los ranqueles fueron vencidos. Los integrantes de esta nación fueron los primeros en sufrir el destierro y las reparticiones entre las familias pudientes y las haciendas de Buenos Aires y el norte del país. Muchos de esos ranqueles fueron trasladados a Tucumán y otros a Misiones a los ingenios azucareros, algunos de la familia Roca.
“La gran mayoría fue trasladada desde el Fortín de Villa Mercedes, caminando. Otros desde la Isla Martín García (donde se encontraban presos capitanejos y caciques)”, contó.
“Los que salieron caminando desde Mercedes sufrieron penurias de todo tipo. Murieron muchos niños y ancianos. La primera remesa fue de ancianos, mujeres y niños. Y las otras dos remesas, hombres principalmente”, recordó. “Allí trabajaron de esclavos. Y los niños, entregadas como juguetes para los hijos de los hacendados o para sirvientes. Allí quedaron, condenados y bajo el yugo de la explotación feudal. Allí murieron, allí alguno tuvo hijos, hijos paridos bajo el huascazo seco de los desalmados encargados del personal de los ingenios azucareros».
En esos pueblos, los integrantes del Consejo de Lonko fueron recibidos por las autoridades en la sede comunal. «En un sencillo y emotivo acto se hizo entrega de una placa conmemorativa y el obsequio de un lapacho rosa, un árbol característico del lugar para ser plantado definitivamente en territorio rankülche, a modo de regreso de nuestros mártires a su querida mapu rankel«, dijo Coria.
Ambas delegaciones, acompañados de representantes comunales se trasladaron posteriormente al antiguo Ingenio San Pablo, para una visita guiada en el predio e identificar los lugares de confinamiento antaño y de trabajos forzados.
La gran mayoría de los ranqueles desterrados no regresó a La Pampa. “Hubo una revuelta en los ingenios azucareros, porque estaban esclavizados, y unos 250 lograron escapar. Muchos murieron de cólera. Algunos aparecieron unos 10 o 15 años después en su tierra… Volvieron a su tierra, pero muchos no decían que eran ranqueles”, dijo a Diario Textual.
¿Quedan ranqueles en esos pueblos tucumanos? Coria asegura que sí. Pero la gran mayoría no conservó los apellidos ranqueles. “En Mercedes estaban bajo la supervisión del padre (Marcos) Donati, que los bautizó y les cambió los nombres. Tal vez queden nombres originales de algunos ranqueles que fueron trasladados desde la Isla Martín García. Por lo pronto, estamos haciendo un trabajo con la comuna: nos van a pasar padrones para tratar de identificar a ranqueles”, dijo.
“La experiencia fue muy fuerte. Da escalofrío de la forma en que fueron esclavizados”, manifestó el lonko.