La obra social Pami cortó la cobertura de sesiones de neurorrehabilitación a una jubilada de 72 años de edad de Santa Rosa, que tiene una discapacidad.
Adriana, su hija, contó el caso a Diario Textual. Dijo que la obra social, con esta decisión, está «incumpliendo» la Ley Nacional de Discapacidad. “El Pami argumenta que solo puede dar 60 sesiones (por año), pero desconoce que la ley garantiza un tratamiento constante para las personas que tienen el certificado de discapacidad”, contó.
Dijo que la misma situación la están pasando “decenas” de personas de diferentes puntos de la provincia. Y agregó que en la oficina local no dan respuesta. Tampoco en los teléfonos de las oficinas centrales, en Buenos Aires.
La jubilada de 72 años tiene una discapacidad motriz, por lo que requiere neurorehabilitación, kinesiología e hidroterapia. Tiene que usar andador para movilizarse.
Pami solo garantiza 60 sesiones anuales de neurorrehabilitación. “La ley indica que no puede haber un tope de sesiones. Sin embargo, desconociendo la ley, no nos quiere autorizar más, cuando las necesita”, sostuvo.