La interna de Cambiemos en La Pampa, en la que se impuso el radical Daniel Kroneberger sobre Carlos Mac Allister del PRO, dejó sus secuelas en el macrismo. Tal es así que en Casa Rosada quieren evitar el “efecto Mac Allister” y están permitiendo que la UCR encabece las fórmulas provinciales.
“Se comienza a vislumbrar un patrón. Después de la derrota del precandidato 100% macrista Carlos Mac Allister en La Pampa ante el radical Daniel Kronenberger, lo que detonó la interna entre los socios, en Cambiemos se están imponiendo las boletas con radicales en primer lugar. Con el aval de Marcos Peña, demás está decir, atrás parece haber quedado la época macrista de apostar a “figuritas” en las urnas”, publicó en su edición de este lunes el diario Cronista.
Salvo la Ciudad de Buenos Aires, donde ya confirmó sus ambiciones reeleccionistas Horacio Rodríguez Larreta, en el resto de los distritos se están oficializando candidatos a gobernadores radicales.
En Entre Ríos se oficializó la candidature del radical Atilio Benedetti;
En Córdoba, con un Héctor Baldassi que nunca terminó de levantar en las encuestas que consumen en la Rosada, al final se coló al exárbitro como acompañante del diputado radical Mario Negri. Ambos competirán con otro radical, Ramón Mestre, que no quiso bajarse.
En Mendoza, al desdoblar las elecciones, el radical Alfredo Cornejo, cerró con el otro hombre fuerte provincial, Julio Cobos, para administrar su sucesión: nominó al jefe comunal Rodolfo Suárez. En este caso es un PRO, Omar de Marchi, quien no desea capitular su precandidatura.
En Jujuy, la otra provincia gobernada por un peso pesado de la UCR, se descuenta que Gerardo Morales busque su reelección.
En Neuquén ya estaba acordada la boleta con el radical Horacio «Pechi» Quiroga, intendente de la capital provincial, acompañado por David Schlereth (PRO), para enfrentar al histórico MPN.
En la Formosa del eterno Gildo lnsfrán, la UCR acaba de anunciar que su precandidato será el diputado Martín Hernández. Por la Rosada pasó el año pasado Adrián Bogado, hijo del exvicegobernador formoseño, abriendo una grieta oficialista local, que coquetea con Cambiemos, pero también con el massismo.
En Tucumán, dos de los cuatro con aspiraciones en Cambiemos son radicales. Según las encuestas de Peña, la que mejor mide (por ende con más chances de ser) es la senadora Silvia Elías de Pérez, de resonado papel en el debate por el aborto legal. También está su correligionario José Cano, que ya perdió con Juan Manzur una vez. Los dos restantes son el inclasificable Alfonso Prat Gay y el peronista Domingo Amaya, funcionario de Frigerio, por lo que sería el más PRO del cuarteto.
En Tierra del Fuego, con una Rosana Bertone que planea convocar a las elecciones en junio, la fórmula de Cambiemos se disputa entre el exintendente de Ushuaia Federico Sciurano, que perdió en 2015 el ballottage contra la actual gobernadora y el diputado PRO Héctor Stefani.
En La Rioja, si bien el macrismo contactó al peronista Alberto Paredes Urquiza, intendente de la ciudad capital, hace tiempo que el senador radical Julio Martínez aspira imprimir su nombre en la boleta 2019.
También hay salidas salomónicas para la interna de Cambiemos. En San Luis no será ni radical ni PRO. Para competirle a la dinastía peronista de los hermanos Rodríguez Saá,
Cambiemos apostaría a otro justicialista: el exadolfista y senador Claudio Poggi. Lo mismo que en San Juan, donde apuntalan al también PJ Marcelo Orrego, intendente de Santa Lucía.