La comisión directiva de la Unión Obrera Salinera Argentina (Uosa) salió al cruce de los directivos de la empresa Timbó. «No somos ni delincuentes ni codiciosos», sostuvo el gremio, en un comunicado de prensa, cuando se cumplen siete días de un piquete en rechazo al despido de trabajadores en la planta de la localidad de San Martín. «Están enojados por el resultado de la última paritaria, y quisieron tomar revancha despidiendo trabajadores», expresó el sindicato.
El comunicado es el siguiente:
En distintas entrevistas radiales el gerente de la planta de Timbó –Celusal, Rodolfo Ressle, nos ha acusado de cometer delitos y haber sido codiciosos al negociar la paritaria, entre otras desafortunadas y mendaces declaraciones, lo que entendemos se merece una respuesta.
En primer lugar, le reiteramos una vez más lo dicho en anteriores ocasiones a los gerentes de esa empresa: que el derecho de huelga no es un delito, es un derecho humano fundamental protegido fuertemente en nuestra normativa, desde leyes hasta la propia Constitución Nacional y Tratados Internacionales de derechos humanos incorporados a la misma. Tan es así que ha sido considerado una base fundamental en toda organización democrática.
Aclaramos que los trabajadores de la planta en huelga no están “bloqueando” la fábrica como mendazmente afirma el señor Ressle. El propio gerente de Recursos Humanos, Luis Gontan, ingresó el viernes pasado por la puerta principal en un vehículo remís sin problema alguno, y otros vehículos han ingresado ese día y días siguientes. Además, los trabajadores en protesta están concentrados en cercanías a la puerta principal, y lejos de las otras entradas que tiene la planta, por lo que mal puede hablarse de bloqueo alguno.
Una acusación más grave es la de extorsión, y esta no puede ser dejada pasar, pues esa acusación constituye una calumnia contra los integrantes del sindicato, por lo que en el día de la fecha remitiremos carta documento intimando se retracte públicamente bajo apercibimiento de denunciarlo penalmente por calumnias.
Otra afirmación insólita de Ressle, pero que desnuda cual es la verdadera razón de los despidos ocurridos en la planta, es que en la última paritaria el sindicato fue “codicioso”. Resler entiende que el planteo del sindicato tendiente a no quedar demasiado atrás de la inflación ocurrida el año pasado, es codicia. Si se tiene en cuenta que a pesar de los aumentos obtenidos, hay compañeros de las primeras categorías que aún quedan por debajo del valor de la canasta necesaria para no ser pobres, entonces se advertirá el disparate en que incurre el gerente motivado por su animadversión contra los trabajadores.
El gerente de planta y el gerente de Recursos Humanos de la empresa están enojados por el resultado de la última paritaria, y quisieron tomar revancha despidiendo trabajadores, y tomaron incluso como víctima al hermano de un dirigente del
sindicato que estuvo en esa paritaria para dar el mensaje revanchista. No es cierto que la razón sea la cuestión económica, pues si esa fuera tenían otros mecanismos para afrontarla (pedir Repro u otras ayudas a los gobiernos provincial y nacional, procedimiento de crisis, etc)
Esa actitud revanchista de la empresa, que ya se venía manifestando con medidas menores, fue la que motivó el rechazo masivo de los trabajadores de la planta a los despidos. Esa situación y la convicción de que no se pueden dejar avasallar en sus derechos, fue lo que derivó en el paro de la planta.
Les pedimos a los gerentes que se serenen y recapaciten, y piensen que para llevar adelante una planta es necesaria una convivencia con los trabajadores basada en el respeto mutuo y en el cumplimiento de las leyes y los acuerdos, y que ya no son tiempos de llevarla delante de “guapos” o con el látigo en la mano.
